Por: Curro González, sobreescalada.com
Son pocos los ríos navegables para la práctica deportiva los que recoge la Confederación hidrográfica del Tajo en sus Anexos, tan solo encontramos reflejados algunos de ellos de la infinidad de ríos y arroyos que transcurren por la Comunidad de Madrid y confluyen en las aguas del río Tajo.
De esta manera, planificar alguna actividad que requiera del medio líquido como medio de transporte y no saltarse ninguna prohibición se torna complejo, amén de respetar todas las demás restricciones de movilidad, a las cuales nos enfrentamos en esta aparente temporalidad transformada ya en hábito y que poco a poco ahoga a aquellos acostumbrados a la itinerancia.



Así que creedme cuando os digo que este tipo de actividades se limitan tan solo a algunos lugares muy concretos que deberemos estudiar y conocer bien para poder «exprimirlos» al máximo, pues no basta tan solo con «querer hacer», deberemos prestar atención al caudal de los mismos, elegir el día y el «cómo».
El río Jarama, con casi doscientos Kilómetros de longitud, es uno de los afluentes más importantes del Tajo. Nace en las estribaciones de la peña Cebollera (Sierra de Ayllón) y discurre por las provincias de Guadalajara y Madrid sirviendo de límite provincial de las mismas durante su recorrido, hasta desembocar en las inmediaciones de la localidad de Aranjuez, en el río Tajo.
En casi todos los afluentes principales del Jarama ( ríos Lozoya, Guadalix, Manzanares, Jaramilla, Henares y Tajuña) hemos realizado ya otras actividades de mayor o menor interés, aquí las podéis ver:
Actualmente, el Jarama y su entorno constituye el único corredor biológico que atraviesa de norte a sur la Comunidad de Madrid, desempeñando un papel fundamental en su delicado equilibrio ecológico, tan afectado por la actividad urbana e industrial que caracteriza algunas zonas por donde transcurre.


Desde el punto de vista litológico, destaca la presencia de calizas en la zona de Torrelaguna y Patones, que contrastan con las pizarras, los gneis y los esquistos de la parte alta en su nacimiento. Desde allí, se abre una amplia vega arcillosa en la orilla derecha (que le dá ese color chocolate tan característico en las crecidas) y margosa en la izquierda, donde es límite del páramo de la Alcarria.
Llevaba ya algún tiempo esperando la llamada de Hilo Moreno, parecía que nos era imposible vernos y mucho más imposible cuadrar algún día para hacer algo juntos, me hacía especialmente ilusión quedar con él y Miguel y compartir una actividad de packraft juntos.

Por fin tras cuadrar el día, deberíamos buscar una actividad que resultara posible realizar, los ríos fluían muy pasados de agua debido a las intensas lluvias y el repentino deshielo y la gran mayoría no eran aptos para nosotros. Teníamos que buscar un cauce que aceptara mucha agua sin que se convirtiera en una trampa mortal, eso significaba un río grande alejado de grandes desniveles de montaña.
Así que tras devanarnos el cerebro caímos en la cuenta del Jarama, un río navegable en casi en todo su curso, pero olvidado por nosotros por su característico y fétido olor, desmejorados paisajes y caudal escaso. Pero una cantidad ingesta de agua lo transforma todo, el olor y la basura desaparecen aguas abajo (pobre mar), el caudal se vio multiplicado por tres, ya tan solo teníamos que buscar el paraje más bonito de su cauce para descenderlo.
Y joder qué acierto !, parecía el Zambeze…


El Parque Regional en torno a los ejes de los cursos bajos de los ríos Manzanares y Jarama, llamado coloquialmente Parque Regional del Sureste, es un espacio protegido situado a lo largo del curso medio-bajo de los ríos Jarama y Manzanares, en el sureste de la Comunidad de Madrid.
Uno de los enclaves más característicos de la zona son los cerros y cortados de la Marañosa, cuyas paredes verticales de Yeso aportan al paisaje un matiz sobrecogedor y alientan a las mentes aventureras a la práctica de la escalada, un hecho que rápido desaparece al comprobar la fragilidad del equilibrio que sustenta las rocas.

Quedamos temprano Miguel (compañero asiduo de éstas y otras muchas actividades), Hilo y yo en la Escuela Nacional de Protección Civil, allí dejaríamos los vehículos y partiríamos con nuestras bicicletas hasta doscientos metros aguas abajo de la Presa del Rey, lugar de embarque con nuestros Packrafts en el Jarama.
Rápido pudimos comprobar el estado del río, bajaba descomunal, más aún tras la confluencia del río Manzanares que aportaba muchos litros de volúmen de azulada agua al crecido cauce rojizo del Jarama, esto creaba un curioso efecto en el agua que solo había visto antes en la cordillera del Karakórum.

Pronto nos vimos envueltos en un rápido y tortuoso fluir por las aguas del Jarama, donde éstas se agitaban transformadas en olas, remolinos y corrientes, a 10 km/h. Nunca antes había descendido un río tan rápido, casi sin remar en dos horas, cubrimos los 20 km de distancia hasta Titulcia donde retomaríamos de nuevo las bicicletas para retornar por pistas de tierra hasta llegar de nuevo al lugar de origen.
Con todas esta tensión y velocidad apenas hablamos Hilo, Miguel y yo, cabe decir que, además, somos personas poco conversadoras de las que nos gusta más callar que hablar, tan solo se vislumbraba algún atisbo de conversación: ¿Qué hacemos la semana que viene?

1 comentario en “Bikeraft en el Parque Regional del Sureste, de Rivas-Vaciamadrid a Titulcia”