Por: Curro González, sobreescalada.com
Últimamente me está dando mucho juego el vivir a diez minutos de la Sierra de la Cabrera, quizá me podéis tachar de cansino; pero es que después de casi 30 años escalando, aún lo flipo con estas formaciones rocosas.
Y es que madrugando un poco, puedes escalar una ruta por la mañana en la sierra y a la tarde, volar en parapente en Arcones; obteniendo a la noche, una cena Post coitum de lo más agradable.
Desde hace ya algún tiempo tengo en mente algunos proyectos que van a requerir el empleo de la técnica de progresión en artificial, y aunque haya escalado algunas rutas en este estilo (tengo algún post relacionado por ahí: Triple directa, el Capitán; Roca regina; etc..), ni mucho menos soy un experto en la materia.

Así que, aprovechando el subidón que me produjo entrevistar al escalador Genís Hernández (con la colaboración de Puli Gallego), decidí desempolvar los estribos, las uñas, y demás accesorios, y lanzarme a escalar una vía que llevaba tiempo queriendo repetir.
Los Papeles del Papila es una sorprendente línea de escalada que aprovecha las debilidades del imponente muro liso, que a modo de pilar, adorna por el margen izquierdo del tan conocido largo de placa vertical del Espolón Manolín.
Aunque desde la lejanía el muro parece inexplorable, a medida que te acercas a él, se intuyen una serie de fisuras y pequeños relieves que dan esperanza para continuar progresando.
Para comenzar la ruta tenemos varias opciones, la más aconsejable bajo mi punto de vista es empezar a escalar desde abajo por los dos primeros largos de Los Pioneros o por Evolution Rock (donde nos desviaremos hacia la derecha, al inicio del tercer largo, para comenzar la ruta), aunque también podemos ascender trepando hasta la repisa del Diedro Loquillo.
El primer largo recorre el principio de la Chimenea Hermosilla para ganar altura hasta alcanzar la base de una perfecta fisura que rasga la parte inferior del muro de arriba abajo, se podría escalar casi exclusivamente utilizando empotradores, pero conviene llevar algún micro; es un largo muy bonito y sencillo de asegurar, C1.
El segundo largo es más difícil, requiere realizar un par de pasos sobre uñas (con una de talón y otra de gota de agua es suficiente), y aprovechar el plomo y los dos Copperhead ya instalados; otro largo bonito y de escalar, C2f.

Desde el final de la ruta, una vez más tenemos varias opciones: podemos retomar cómodamente la ruta del Espolón Manolín o si queremos algo más de marcha, continuar por los largos finales de Los Pioneros.
También podemos rapelar la ruta, pero lo de bajarse antes de tiempo ni lo contemplamos, ¿no?
Por último, si vais en modo solitario, deberéis prestar atención a la hora de rapelar y desmontar el segundo largo (hace travesía y es algo incómodo), fraccionar el descenso en los seguros y todas esas cosas que si vas en solitario, no te tendría que explicar.
Otra perfecta y bonita ruta para escalar.
Hola, En primer lugar gracias por los artículos que publicas. Son de calidad y con un contenido que según se leen dan ganas de salir corriendo al monte para.probar las vias. Por otra parte, veo que tienes los croquis de via clasica. ¿Qué ha pasado con esta web? ¿Ha cambiado de dirección? Todo lo bueno se acaba…
Lo dicho gracias por tu web y un saludo
Paco Benítez
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Hola Paco, gracias por tu comentario, es de agradecer. Sobre Viaclasica hay poco que contar, simplemente agotó su tiempo por las redes, afortunadamente aún perdura entre nosotros mucho del trabajo que allí existía. Un saludo.
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