Por: Curro González, sobreescalada.com
Hoy me he levantado con un extraño sentimiento de que me estaban mirando furtivamente y me he puesto alerta (no es la primera vez que este hecho paranormal me sucede); casi con total seguridad podría afirmar de que el contenido de este blog, se utiliza de una manera muy diferente a lo que a mí me gustaría, pero no por ello voy a dejar de compartir las actividades y la información que crea oportuna, siempre con respeto y ética.
Esta Scopaesthesia o efecto de «sentirse observado» se ha utilizado, para nombrar una sorprendente y desconocida ruta de escalada que surca la cara Este del conocido Cancho Largo o Pajarito de la Cabrera.

Transcurre a la izquierda de la ruta Cíclope, una de las joyas de las Agujas de la Cabrera, que todo escalador clásico que se precie, ha de hacer.
La lluvia y la humedad reinante en el día de hoy, estuvo a punto de llevar al traste nuestro intento de escalada (de hecho nos fuimos al cercano Risco del Fraile o de la ladera), pero una oportuna ventana de sol, nos reanimó la idea de regresar a escalar.
Y fue todo un acierto, la pared aunque presenta algo de suciedad se puede escalar sin ninguna dificultad añadida (pero mojada la cosa cambia), así que no tenéis ningún pretexto para no repetirla.
El primer largo es muy bueno, exigente, técnico y algo expuesto, merece mucho la pena escalarlo. Inicialmente se graduó de 6b+/C1, hoy se ha escalado en libre íntegramente con una dificultad aproximada de 7a (ya me contaréis).
El segundo largo realiza cuatro pasos de Ae para ganar la debilidad del vertical muro que domina la reunión por su margen derecho, posteriormente asciende en libre (6b) hasta la reunión.

Observando desde la primera reunión, nos dimos cuenta de que en la vertical existían una sucesión de regletas y pequeños agarres que ascendían de una forma lógica y directa hacia la segunda reunión, así que me decidí a darle un tiento a ver si se dejaba…
Cual fue mi sorpresa, al conseguir ascender en libre por el vertical muro, de una forma relativamente sencilla para su apariencia (lo escalé en tope-rope, ya que es imposible protegerse sin seguros fijos, el grado no excede de 7a/+).
Tras un largo de transición, comenzamos el Tercer largo, un aéreo espolón que nos da acceso a una sucesión de anchas fisuras y muros (otra joya).
El descenso es el habitual de risco.
Otra ruta de escalada que bien merece ser repetida, os puedo asegurar que no os dejará indiferentes.