Por: Curro González, sobreescalada.com
Han pasado ya 14 años desde que grabamos las imágenes de esta película, de echo me encanta ver ese efecto vintage tan tangible en ellas.
Fue una expedición muy ambiciosa en la que pudimos hacer realidad nuestros sueños y en donde se forjaron amistades que fueron el motor para otras tantas aventuras y desventuras. Éramos jóvenes, si, pero con una sorprendente experiencia.
Por entonces no llegaba ni a la treintena, 27 años tenía. Ya había realizado diferentes expediciones al Himalaya, Pamir, Pakistán, Canadá, etc. De echo, ese año 2006 empecé el año en el Himalaya de nuevo. De la manera que más me gustaba, en invierno, con amigos y en una montaña virgen, el Tengkang Poche.

Al poco tiempo, me vi de nuevo empaquetando los utensilios de escalada para marchar, gesto que se volvió a repetir durante muchos meses en una larga y frenética temporada que se extendió durante los siguientes 5 años.
Con inocencia, inmadurez e inexperiencia sin apenas darnos cuenta, nos fuimos adentrando en situaciones que nos marcaron para siempre. De todas ellas, quizás sea esta la que más me gustó.
Pese a que pudiera parecer que todo salió perfecto, tuvimos que terminar prematuramente nuestra aventura por el hielo al percatarnos de que la lengua del glaciar que íbamos a utilizar para descender hasta las aguas del fiordo, había desaparecido.
Más de 50 km de hielo desaparecidos, hace 14 años…
El reportaje de la actividad lo podéis encontrar aquí: Groenlandia la Llanura Helada.