Por: Curro González, sobreescalada.com
Hace apenas un mes, me topé por casualidad con una de esas «raras» publicaciones en los medios sociales que me interesó, su autor fue Eugenio Hevia (Galletas). En él, expresaba su indignación por el olvido y falta de respeto que había sufrido una vía de escalada abierta por él mismo y su compañero Pedro Martín en los años setenta, en la cara Sur de la emblemática pared rocosa denominada «el Pájaro» en la conocida Pedriza.
La publicación en sí fue desarrollada de una elegante manera, sin frases malsonantes ni represalias a aquellos que años después decidieron (con conocimiento o sin conocimiento de causa) atravesar de mil y una manera la línea ya abierta con una ética muy diferente a las posteriores, más bien se percibía tristeza y resignación. Por supuesto, al texto de la publicación, le acompañaban algunas fotografías de la antigua reseña de la ruta y una escueta descripción de los largos, algo que junto con los comentarios de algunos de los «asiduos viejos roqueros», me sedujo bastante.

No sé si habré escalado mucho o poco en la Pedriza, tampoco sé mi conocimiento actual sobre lo «antiguo» o lo «moderno» es lo suficiente como para juzgar u opinar de una manera coherente, pero a mi estas cosas me fastidian y me apenan, así que decidí escalar la ruta en cuestión para poder detallarla a continuación y que quedara constancia de ella.
En las diversas guías de escalada de la Pedriza que han ido surgiendo a lo largo de este tiempo, encontramos la ruta reseñada de una manera muy escueta, con interrogantes por doquier, como si de un fantasma se tratara. Pero el caso es que por allí se había escalado con Cletas y casi sin dejar rastro (tres buriles y reuniones en toda la ruta) 13 años antes de la primera edición de «Escaladas en la Pedriza de Manzanares, 1992. Ediciones Desnivel, Darío Rodríguez y José Ignacio Luján», la primera y clásica «gran guía de escalada» de la Pedriza. Por este motivo, creo que las posteriores guías de escalada se han ido olvidando de la línea, dando más relevancia a las «modernas» rutas que la atraviesan en donde la información estaba «más a mano» y dejando moribunda y relegada esta vía de escalada.
No es hasta la aparición de la completísima «Guía de escalada La Pedriza Posterior, 2018. Ediciones Desnivel, Juan Carlos Guichot (Papila) y Ana Lliso (Júper)», en donde los autores se toman las molestias de reseñar y describir brevemente la ruta, aunque si somos estrictos, no concuerda con la veracidad de los primeros documentos que relatan la ascensión.

Antonio Machín 6a+ / A0 190 metros. Risco del Pájaro (Cara Sur)
Antes de pasar a la descripción de la vía de escalada, vamos a continuar explicando algunos «hechos» que han ocurrido en esta zona de la pared , de esta manera entenderemos el trazado lógico de la misma y el caos generado más tarde por la aparición de otras líneas de escalada que no respetan el trazado original.
Año 1968, Celestino García (Tino) y Julio García Piqueras abren la gran clásica «Tino 7a+ (6a/A0)» en la cara Sur del Risco del Pájaro.
Año 1976, Ramón Portilla, Manuel Marchal y José Ortiz abren la menos conocida «Jordi Jutglard 7b+ (6a+/A0)» en la cara Sur del Risco del Pájaro.
Año 1979, Eugenio Hevia (Galletas) y Pedro Martín abren «Antonio Machín 6a+/A0» por el lógico paño que queda virgen entre las dos rutas anteriores y «apoyándose» en éstas en algunas ocasiones.
Años posteriores: diferentes escaladores abren rutas que atraviesan y «aprovechan» el trazado ya existente. Gabriel Martín, Juan Carlos Gil, Juanjo Fernández y Pablo Galán abren «Directísima Borbah 6b+/Ae» que transcurre por el canalizo musgoso del L2 de la Antonio Machín y le añaden algún seguro fijo (que no existía) a la llegada de la reunión. Julio González abre «Sex Machine 7b (6a+/A0)» una línea de escalada que intenta tener identidad propia pero que inevitablemente transcurre por el trazado de la Antonio Machín, sus características chapas verdes aprovechan los que serían los primeros buriles de la Antonio Machín antes de meterse en el canalizo musgoso en el L2, para continuar recto por la placa de adherencia hasta la reunión. Más tarde «ataca» la laja-techo del tercer largo por la izquierda y la atraviesa hasta la reunión común de las vías Jordi Jutglard, Tino y Antonio Machín.

Con toda esta información podemos empezar a relatar la ruta en sí.
Largo primero
Comenzamos la escalada en la vertical de la súper clásica Sur, realizando el primero de los pasos característicos de la escalada (el Jaboncillo), nuestra tendencia es hacia la izquierda, realizando una travesía por debajo del comienzo de la Tito (se usa su primer seguro) en busca de un amplio canalizo. Antes de llegar a él encontramos el seguro de la vía del Grego, que evidentemente antes no existía, pero que podremos usar si queremos porque está «a mano».
Una vez en el canalizo encontramos un antiguo y retorcido buril de la apertura, también limpiando algo la fisurilla, pude meter algún Alien, que sería el último seguro hasta la reunión. Para llegar a ella, deberemos pasarnos al muro de nuestra izquierda (V+), es fundamental encontrar el lugar exacto para pasarlo (éste lo indica una «patata negra» adosada a la roca) ya que más arriba es más difícil y expuesto (una caída aquí de seguro que tiene malas consecuencias).

Largo segundo
Comenzamos con la superación de un pequeño escalón que nos da acceso a una placa lisa (hoy en día tenemos las chapas verdes de la Sex Machine) que superaremos (6a/A0) con tendencia a la izquierda en una travesía delicada hasta el canalizo musgoso característico de la pared. Si podéis, escalarlo hasta que este se ciega (llevar friends medianos repetidos) y salir en la placa para buscar el pequeño nicho en donde se encuentra la segunda reunión. Pese a su aspecto, cuando está realmente seco (nosotros lo pillamos chorreando y tuvimos que ir por la placa) se puede escalar sin demasiada dificultad (6a), existen algunos seguros fijos en la placa que antes no existían (Directísima Borbah) que hacen la escalada menos expuesta.

Largo tercero
Unas tentadoras chapas verdes transcurren por la izquierda, la ruta original de la Antonio Machín escala la sucia media luna que forma la fisura antes de hacerse techo, no es una escalda difícil pero está sucio y húmedo, por contra se asegura muy bien. «Limpié» unos pies estratégicos para realizar el primero de los pasos difíciles, el que da paso a la fisura-techo, después nos queda un paso explosivo de pies finos que nos deja en la placa (6a+).

Tenemos que proseguir por la laja invertida hasta que ésta se termina, la escalada aunque intimida, la podemos asegurar muy bien con friends (repetir tallas pequeñas y medianas) y un puente de roca característico, más tarde, realizamos una delicada travesía en adherencia en busca de los seguros que encontramos más a la izquierda (Jordi Jutglard) que atraviesan medio en libre, medio en A0, un techito característico.
La ruta original hacía la tercera reunión aprovechando la de Jordi Jutglard que existe justo debajo del techito, si gestionáis bien la cuerda podréis llegar hasta la unión de todas las rutas anteriores en la reunión que existe más arriba.
La Antonio Machín en este punto se une con la ruta Tino (también lo hace la Jordi Jutglard), podremos elegir la línea que más nos guste para llegar a la cumbre del Risco del Pájaro.

Pues hasta aquí puedo contar, seguro que toda esta información se puede mejorar (sobre todo el croquis), así que a la espera quedo de vuestras repeticiones y comentarios.
Que bonita la descripción de la vía. Te voy a contar algunas anécdotas:
El buril oxidado que muestras en la fotografía no es de la Antonio Machín, ya estaba ahí en su día.
En el segundo largo, para pasar a la fisura, metimos una pitonisa en una mini laja que hay en la placa, y así te ayudabas un poquito para realizar la travesía, recuerdo que Pedrito estaba subiendo de segundo en este largo y, no se de donde o de que parte del canalizo, salió una culebra corriendo a toda velocidad hacia Pedro, no te imaginas que susto! Yo que había pasado de primero y ni me di cuenta.
Y en el tercer largo, en el interior de la laja amarilla, había un nido de murciélagos que con toda la razón defendían su hogar, así que tenias que ser rápido para no molestar a los animalitos y no llevarte un mordisquito.
Muchas gracias por revivir esta vía a la que guardo tanto cariño.
Me gustaMe gusta