Por: Curro González, sobreescalada.com
Pensar en escalar en estos momentos en este lugar se me antoja escalofriante, no por su fama de roca descompuesta, como se podría imaginar. Si no por el tórrido paisaje que le rodea.
Y es que, en cuestión de miedos, todos tenemos prioridades.

De seguro que en alguna ocasión, en conversaciones transcendentales o meramente coloquiales, hemos hablado de la muerte y las diferentes formas de llegar hasta ella. Y he de deciros, que yo prefiero «brear» con una escalda en un castillo de naipes, que con el sol abrasador del mediodía en estos lares.
Dejando a un lado las palabras banas y centrándonos en lo que realmente importa, he de deciros que Mezalocha o mejor dicho la Peña del Moro, es un espectacular lugar en donde escalar. Y aunque la muralla tenga una altura modesta, guarda todos los alicientes en su interior, de gran pared.
Roca descompuesta, verticalidad que en algunos lugares roza el desplome, aventura y pasos y técnicas peculiares de esta zona, son su carta de presentación y sus alicientes para visitarla.
De años atrás hasta el día de hoy, el lugar ha sufrido cambios significativos, encontrándonos reequipamientos y aperturas de nuevas líneas de escalada. Os dejo una descarga interesante en Pdf sobre la escalada en Mezalocha:

Es probable que la ruta más deseada de la pared sea la vía Edil, una bonita escalada con un sello inconfundible, Rabadá-Navarro.
En rasgos generales la ruta es exigente físicamente y pese a estar prácticamente equipada, deberemos gestionar correctamente la elección del recorrido y el empleo de la cuerda doble.
No os podéis perder el largo del «paso del humo», en donde según cuentan, Navarro gritó a Rabadá: «Alberto, esto está muy jodido, no hay nada donde agarrarse» y Alberto le contestó: «Pues agárrate al humo que sale de la chimenea»…