Por: Curro González, sobreescalada.com
Una de las cosas que me encantaban cuando era un chaval, era leer el apartado de «Clásicas» en la revista Desnivel. Esta sección se imprimía en blanco y negro, más tarde en color, y recopilaba diferentes propuestas de escalada.
Para un chaval ansioso por escalar era una fuente de motivación e ilusión, amén de una fuente de valiosísima información.

Cuando la sección desapareció de la revista me apené bastante y este hecho, junto con la desaparición también de la imprescindible sección de «información» de las páginas finales, hicieron que no volviera a comprar más ejemplares. Bueno, alguno que otro he comprado más.
Con el tiempo tuve la gran suerte de poder contribuir en una sección similar en otra revista, Campo Base. Y me gusta pensar que de alguna forma, pude contribuir así, con las ilusiones y la motivación de otras personas.

Una de estas propuestas de la revista Desnivel, del año 1998/99, trataba sobre el Peñón de Ifach (no recuerdo el número exacto). Concretamente sobre la vía Panyella, su autor fue Tino Nuñez. Esta clásica me sedujo mucho y durante mucho tiempo, me tuvo fascinado el hecho de poder escalarla. Pero con el tiempo cayó en el olvido, por entonces ni tenía dinero ni forma alguna de llegar hasta allí.
No fue hasta después de mucho tiempo cuando trabajando por la zona durante unos días tuve la oportunidad de escalarla, en esta ocasión Jesús y Laura (las personas a las cuales acompañaba) fueron los que hicieron «mis sueños en realidad«.
A continuación os voy a dejar parte del texto de Tino Nuñez, que aparecía en las páginas de la revista Desnivel, para que podáis disfrutar de él.
Panyella
Si confeccionásemos un listado personal de cuáles son los «pedruscos» de la Península que más nos atraen, quizá nunca nos pondríamos de acuerdo en todos los nombres. Sin embargo, el Peñón de Ifach sería uno de los más citados. Glosar aquí cada uno de los atributos de este contundente tómbolo, símbolo turístico de la urbanizadísima Costa Blanca, podría resultar somnoliento por no decir rematadamente cursi. Y más si tenemos en cuenta que durante una visita a estas marítimas tierras sólo nos suele interesar escalar, para después tomarnos una paella en el puerto de Calpe y seguir hablando de escalada.
De las 51 vías que acarician su rugosa piel, posible y paradójicamente sea la más antigua una de las menos valoradas. La «Panyella» recorre la casi siempre sombría cara noroeste con una inteligencia natural que asombrará a cualquier escalador acostumbrado a los heriáticos postulados de la escalada moderna.
Su roca calcárea, aunque no posee el mismo tacto que la frecuentada cara sur, resulta de gran solidez y presenta unos agarres tan generosos como divertidos.
Descripción
La «Panyella» discurre en su primera mitad por un hombro de aspecto herboso, para enderezarse en sus dos tercios superiores a la derecha de un evidente diedro y desembocar directamente en la cima.
L1 (30 m, IV+): comenzar por una chimenea algo pulida (con la palabra AMA pintada en su base) que nos conduce al principio de las gradas (reunión sobre puente de roca gigante).
L2 (40 m, IV-): terreno de gradas entre vegetación. Reunión con cáncamos M-12.
L3 (15m, IV-): pequeños resaltes; reunión en puentes de roca.
L4 (35 m, V-): entrar un poco por la izquierda a una placa, para al final realizar una travesía hasta R-4 (cáncamo M-12 y 2 clavos).
L5 (50 m, IV+): placa entretenida y grieta (2 chapas) hasta el cáncamo de la reunión.
L6 (50 m, IV+): grieta, repisa y placa de agujeros hasta una reunión incómoda (varios clavos viejos).
L7 (45 m): dos opciones: salir rectos por la grieta (Vº) o coger el diedro-placa de la izquierda (IV+).
Revista Desnivel, Tino Nuñez 1998/99
Hay que tener en cuenta que el la información del texto se ofrece a modo de testimonio, algunas cosas han podido cambiar. De hecho en el 2001 se cayó un bloque en el tercer largo, una bavaresa invertida que ya no existe, pero que no afecta en absoluto el itinerario. También la escalada se realiza de una forma diferente, os dejo un croquis.

Una buena alternativa en la poco concurrida cara norte, que si bien no es tan espectacular como su anaranjada y desplomada cara suroeste, nos aportará los ingredientes de soledad y temperaturas más agradables.
Desde luego es algo que me apunto en mi lista. Muchas gracias por las ideas y muchas gracias por compartirlas con nosotros.
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De todas las vías fáciles que he escalado esta es mi favorita.
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