Por: Curro González, sobreescalada.com
Las buenas vivencias deberían pesar en nuestro «Ser» más que las malas, pero desconozco el porqué (supongo que será el instinto de aprendizaje enquistado de nuestros ancestros), no es así.
Tendemos a olvidar las efímeras buenas vivencias y caemos con facilidad en la rueda de las malas, entrando en un bucle de malos recuerdos o vivencias, obviando inconscientemente la felicidad y el bienestar que hemos obtenido a lo largo de un tiempo prolongado en el pasado.
Nos deberíamos obligar a recordar estos estados benignos que tanto nos podrían llegar a sanar, en aquellos momentos en donde es importante recordar, que no todo lo que nos rodea ha sido o es malo.
Para compensar esta desequilibrada balanza y con unos días por delante, me dispuse a realizar una actividad que llevaba tiempo planificando; una actividad, que estaba seguro me aportaría unas buenas jornadas de bienestar y agradables vivencias, conmigo mismo y con el entorno que me rodeaba.

Cuando conocí a Ernesto Pastor (autor de Montañas Vacías), me cautivó con la idea de poder recorrer con mi bicicleta cientos de kilómetros alejado de multitudes, disfrutando del paisaje y de la soledad.
Igualmente, cuando abrí las tapas del libro «100 Puntas inaccesibles de Teruel» de Javier Magallón y Luis Torrijo, me invadió la admiración por sus creadores; como han transformado todas estas modestas escaladas, en un llamativo y atrayente desafío.
«Pronto la lógica se impuso: no tiene sentido realizar estas dos actividades por separado, escalaré y montaré en bicicleta en el mismo recorrido».
Tan sólo tenía que cargar los tracks de Montañas vacías, identificar las coordenadas UTM de las 100 puntas inaccesibles, y observar el mapa.
Descargar Track oficial de Montañas Vacías
Tras algunas modificaciones, tenía ante mí cuatro grandes recorridos por las serranías de Teruel, con cientos de kilómetros en bicicleta y muchos metros de escalada.
Había nacido: «100 puntas inaccesibles en las montañas vacías de Teruel«.
Sierra de Albarracín
La sierra de Albarracín es un conjunto montañoso de la parte sur-occidental de la cordillera Ibérica, ubicado entre las comunidades autónomas españolas de Aragón, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana. Se extiende a lo largo de 60 km, en disposición noroeste-sureste, con una cota máxima de 1936 m sobre el nivel del mar en el cerro o pico de Caimodorro.
Sin duda, uno de los lugares más completos, atractivos y con mayor valor ecológico y cultural es el Paisaje Protegido de los Pinares del Rodeno, donde destacan y sobresalen las enormes rocas rojizas de rodeno, que con sus caprichosas formas dotan de una vida y singularidad especial a esta zona de la sierra.

El recorrido que os voy a presentar por la sierra de Albarracín, quizá sea el que menos aprovecha el Track de Montañas Vacías, ya que éste en la localidad de Bronchales, se dirige hacia los parajes del Alto Tajo.
Para crear un trayecto lógico y que se pudiera combinar con las «100 Puntas inaccesibles», he creado parte del recorrido inédito, un hecho que no le resta espectacularidad y aporta el beneficio de poder realizar las diferentes escaladas.
Etapa 1, de Bezas a Bronchales
Sin duda alguna es la jornada más dura, por la distancia entre los puntos, el desnivel acumulado y el peso que transportamos en nuestra bicicleta.
Por contra, el paisaje es sobrecogedor y las escaladas se realizan en solitarios y bucólicos lugares.
Comenzamos en la localidad de Bezas, por pistas poco a poco nos iremos adentrando en el frondoso bosque de coníferas hasta situarnos cerca de nuestra primera punta inaccesible, El Peñón del Callejón «Cerrao».
Deberemos abandonar momentáneamente nuestra bicicleta para realizar, ataviados con el material de escalada, la corta aproximación hasta el pie de vía.
Pronto nos encontramos el enorme bloque de arenisca situado en el corazón del Espacio Protegido de los Pinares del Rodeno.
Su escalada se lleva a cabo por una evidente chimenea que da carácter a la vía (27m/ IV+).

Tras retornar al lugar en donde dejamos la bicicleta, regresaremos de nuevo dirección Bezas, para esta vez comenzar nuestro recorrido alejándonos de esta localidad.
Tras unos primeros kilómetros por carretera, nos desviaremos por una tortuosa pista de tierra que poco a poco nos va adentrando en el solitario y bucólico bosque, tras un tiempo observaremos las primeras y espectaculares formaciones rocosas.
Deberemos estar atentos del Track para ubicar correctamente nuestra siguiente punta inaccesible: La Peña del Castillo.
La Peña se alza, haciendo honor a su nombre, como un castillo natural que domina el sobrecogedor espacio abierto de pinares inmensos e interminables.
Comenzamos la escalada junto a una gran chimenea situada en la cara Oeste del peñasco, ascenderemos por ella hasta que se transforma en una fisura diedro, justo antes de los últimos pasos antes de la cumbre (30m V).


Tras la escalada, retomaremos de nuevo las pistas de tierra, que nos darán paso a una rápida pista asfaltada hasta la localidad de Albarracín.
En Albarracín nos podremos avituallar y descansar (quién avisa no es traidor), lo que viene por delante, es realmente duro.
Al transitar por la empinadas y angostas calles de la localidad de Albarracín, nos percatamos pronto de lo que nos espera, la pronunciada e inclinada cuesta no da tregua hasta encontrar el cordal de los montes que salvaguardan la pequeña ciudad.
Continuamos el ascenso durante varios kilómetros, siempre por pistas bien marcadas, el trayecto es una montaña rusa de ascensos y descensos; un rompepiernas que poco a poco va haciendo mella hasta los últimos 16 km, donde casi de contínuo, acometemos una interminable rampa hasta la localidad de Bronchales.
Con las últimas luces del día, encontré refugio al sotavento de una Ermita.
Aún no sé muy bien por qué se me antojó llegar hasta la localidad de Bronchales, por el camino existían lugares idílicos para pernoctar.
Quizá fuera por el intenso y helador viento reinante durante casi toda la jornada.
Llegué realmente exhausto, no sólo por el desnivel realizado, si no por transportar todo el material de escalada yo sólo ( amén de, todo lo necesario para realizar la ruta).
Al menos, tanto esfuerzo se vió recompensado en forma de suculenta cena, en el único Bar abierto.
Etapa 2, de Bronchales a el Villarejo
Desperté temprano con un frío intenso que se acentuaba con las fuertes ráfagas de viento.
Al menos, me quedaba el consuelo de que mis pasos se dirigían hacia la zona despejada de la montaña, y no hacia las oscuras y espesas nubes que cubrían el horizonte del lado contrario.
El día de hoy tendría que ser más relajado (los grandes desniveles ya se habían superado), era una larga jornada de disfrute, en donde escalaría una cantidad considerable de puntas inaccesibles.
Comenzamos la jornada ascendiendo por la carretera que atraviesa la localidad de Bronchales, en poco tiempo, encontramos casi a pie de carretera las primeras puntas inaccesibles de la jornada: El Fraile y la Monja.
Se trata de dos singulares peñascos relacionados entre sí por una leyenda de amor, su escalada es sencilla y rápida, el Fraile (12m V) y la Monja (8m IV).

Tras la modesta escalada, continuamos por la pista asfaltada hasta encontrar a mano izquierda, una pista de tierra que se dirige a Sierra Alta 1.854 m (punto culminante de nuestro recorrido por la Sierra de Albarracín).
Es justo en este lugar en donde abandonamos el Track de Montañas Vacías y emprendemos un nuevo camino en busca de las diferentes puntas inaccesibles que se encuentran en la zona.
Pronto iniciamos un largo y técnico descenso hacia el valle opuesto (vistas espectaculares), la pista nos dirige a toda velocidad hacia la localidad de Noguera de Albarracín; el camino poco a poco se va dirigiendo hacia la angostura característica de Cuarcita, bien visible desde lejos.
Entre el entramado de cuarcita, y las mil y una formas que estas rocas generan, encontramos otra punta inaccesible: La Peña del Horcajo.
El paisaje y el silencio ensordecedor, hacen de éste paraje, un lugar sobrecogedor.
Por sus características, ésta era la punta inaccesible que más respeto me daba.
La escalada se podría diferenciar en dos partes: la primera de ellas transita mediante una travesía por unas placas tumbadas y la segunda, encara la escalada a la propia punta en sí. (30m V).

Rápidamente por carretera llegamos a Tramacastilla, donde tomaremos una pequeña senda paralela al río como camino de paroximación a la siguiente punta inaccesible: El Cabezo.
Esta curiosa y negruzca punta casi urbana, nos ofrece una escalada fácil y rápida (15m IV+).
No me considero un gran fotógrafo (no le dedico tiempo a ello), y si en algún momento he plasmado alguna instantánea de calidad, ha sido porque el lugar se ofrecía tal cual.
En las actividades que realizo me gusta ser eficiente y práctico, no me gustan las paradas innecesarias que interrumpan el estado de entrega y concentración en el que me encuentro.
Este hecho se acentúa más aún cuando voy solo, no le tengo que dar explicaciones a nadie y me concentro plenamente en la actividad realizada.
Esto hace en muchas ocasiones que se me olvide sacar esa fotografía conmemorativa en el lugar idóneo; a veces ocurre inconscientemente, pero otras, simplemente no me apetece.


Cómodamente (después de desandar la corta aproximación) proseguimos nuestro camino por pistas rápidas y algún que otro repecho-rampa que nos harán recordar la jornada de ayer (nada en comparación).
Una vez más, el paisaje es abrumador, bello y solitario.
La localidad de Calomarde se encuentra protegida por diferentes bastiones calcáreos de diferentes longitudes, las aguas en su transcurso natural, han labrado profundas y características hoces.
En las entrañas de una de estas hoces, encontramos la que sin duda es la reina de las puntas inaccesibles de este recorrido: El Moricacho.
Para acceder a su cumbre deberemos buscar la cara Este de la punta, justo al lado de la característica cueva existente en su base.
Iniciamos la escalada por la gran y evidente chimenea, terminando por el espolón que antecede a la corta arista somital (50 m V+).


Con todas las escaladas realizadas por el día de hoy (y a sabiendas de que lo más difícil ya está realizado), entro en una especie de epifanía de satisfacción y bienestar.
El sol me reconforta mientras tomo el último aliento, antes de concluir la jornada.
Una larga combinación de tramos de carretera y pistas rápidas me dejan en el punto en donde daré por concluida la etapa del día, el Villarejo.
Etapa 3, de el Villarejo a Bezas
Una corta pero estética escalada, fue la mejor manera de comenzar el día, ya sólo me queda retornar al lugar de origen.
Con los sentidos a flor de piel, disfruto cada instante y cada rincón de este salvaje y solitario paisaje.
En equilibrios imposibles se hallan las piedras que circundan las ramblas del Villarejo, entre todas ellas destaca La Peña de la Gorreta, nuestra última punta inaccesible.

Escalada sencilla en donde la dificultad se concentra en la superación de la característica «Gorreta» (10 m IV+).
El camino de regreso se realiza cómodamente por pistas en buen estado y un corto, pero efectivo tramo de carretera, que te deja en la localidad de Bezas.
Sin duda alguna, uno de los lugares que más me han impresionado, ha sido la localidad de Saldón; no creo que haya otro lugar que plasme tan bien en su paisaje, la soledad y la dureza de este entorno.

*Agradecer sin duda alguna, a los verdaderos autores de estos recorridos y estas escaladas, sin ellos me hubiera sido casi imposible realizar esta actividad que tanto disfrute me ha aportado.
Podéis saber más sobre ellos y sobre éste proyecto en:
Hola, si no me equivoco el sabado 15 de abril te vimos llegando a la cima del Moricacho en Calomarde, nos impresionaste y te aplaudimos. Tengo una foto donde se te ve pequeñito. Mucho ánimo y un abrazo
Me gustaMe gusta
Hola Carlos, buenos días.
Pues, efectivamente me acuerdo de vosotros, muchas gracias por los ánimos. Si me pudieras mandar la fotografía al correo electrónico ( a través del apartado de contacto del blog) te lo agradecería mucho. Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Espero que te lleguen bien, no me aclaraba con el blog. Saludos
Enviado desde Yahoo Mail con Android
Me gustaMe gusta
Espectacular actividad, enhorabuena. El libro 100 puntas inaccesibles de Teruel es una de las mejores guías publicadas de escalada en España. De niño soñaba con las imágenes del célebre alpinista francés Gastón Rebuffat, muy aficionado a subir a este tipo de monolitos( ver la portada de su mítica guía Las 100 mejores ascensiones del Mont Blanc). Cuánto le hubiese gustado leer esta maravilla de obra de las montañas de Teruel. Ahora que soy mayor sueño con poder subir a todas essas puntas recopiladas en esta joya literaria. Enhorabuena a los autores
Me gustaMe gusta
Muchas gracias por tus palabras Richard,
Sin duda alguna el libro «100 puntas Inaccesibles de Teruel» es fantástico, tanto Javier como Luis han realizado un bonito e interesante trabajo, y tenemos la suerte de poder disfrutarlo.
Un saludo.
Me gustaMe gusta
Fantástica aventura. Gracias por compartirlo.
¿Las vías que hiciste están equipadas? ¿Clásica o deportiva? ¿Qué material llevaste?
Mis aplausos y admiración.
Me gustaMe gusta
Gracias María,
Las rutas que he escalado hasta el momento estaban sin equipar (menos el Moricacho)…
Intenté aligerar el peso todo lo posible, así que realicé la actividad con una cuerda de 8,9mm de 50 m y un pequeño juego de friends.
Un saludo.
Me gustaMe gusta
Felicidades Curro… en estos tiempos de aglomeraciones, esta actividad es como abrir la ventana y que entre aire fresco.
Y aprovecho para darte la enhorabuena por tu blog del q se sacan muy buenas ideas y croquis para salir de «aventura».
Saludos.
Me gustaMe gusta
Gracias Javier por tus palabras, son de agradecer.
Me alegra saber de que la información que aporto es de utilidad.
Un saludo.
Me gustaMe gusta