Por: Joaquín Gracia y Curro González, sobreescalada.com
Cada vez resulta más difícil la práctica de la escalada en hielo en la zona centro de la Península, las efímeras líneas visten de blanco las formaciones rocosas pocos días al año, y hay que ser un auténtico estudioso del tema para poder llevar a buen fin nuestras intenciones.
Pese a todo (en los últimos inviernos), hemos podido gozar de un cierto benévolo clima, que nos ha ayudado a desquitarnos y disfrutar algunas jornadas de estas cada vez más extrañas condiciones.

Pero lo que sí resulta casi imposible (no sólo en la zona centro, si no en prácticamente todo nuestro país), es poder escalar en hielo en aquellas zonas donde el gran astro acaricia las laderas desde el mismo amanecer, estas caras Sur se podría decir que están vetadas para la práctica de la escalada en hielo.
Este invierno de locos que continúa siendo atípico, nos vimos afectados por un Chorro Polar de NE, que nos envolvió la serranía en espesas nubes, fuertes vientos, temperaturas gélidas y lluvia engelante; una combinación explosiva que ha dejado todo literalmente congelado.
Unas condiciones que nos han permitido disfrutar de la escalada de verdaderas rarezas, en orientaciones en donde el efímero hielo duraría horas.
Joaquín Gracia (uno de los más estudiosos del tema) en sus inquietantes prospecciones por la serranía, pronto se percató de las excelentes condiciones que existían en la Cara Sur de la Sierra de Béjar (sin duda alguna una de las más extrañas circustancias en los últimos años), concretamente en las laderas que se precipitan hacia el angosto valle del Arroyo Malillo o de Solana.
Esta zona es un canchal de placas graníticas con pequeños y medianos resaltes por donde el agua fluye favorecida por la gravedad, y el hielo se pega a la roca con relativa facilidad, impulsado por las duras jornadas de viento vividas.


Efímera 400m 75º
La primera incursión a la zona la realizan Joaquín y Elena, escalando esta interesante ruta:
«Una línea muy larga e interesante, con un buen largo de cascada de hielo, neveros, goulottes, chapas finas, etc. Toda una alpinistada, bastante bonita y peculiar, escalando todo el día al sol».


Con el Sol en los talones 300m 80º M4
A los pocos días (ya en unas condiciones algo más precarias debido al aumento de la temperatura y con el Sol amenazando de muerte) regresamos a la zona para escalar otra llamativa línea existente a la izquierda de la anterior.
Esta, comienza por un estético corredor (entrecortado por algún bloque empotrado) que nos deposita en la base de una espectacular formación de hielo que se supera en tres largos de cuerda.


No hay que olvidar que nos encontramos en cara Sur, si nos aventuramos a escalar en la zona con unas temperaturas desfavorables, estamos expuestos a la caída de hielo durante toda la escalada (algo que pudimos comprobar en los últimos largos de la ruta).

El descenso de ambas rutas se realiza cómodamente por el camino de ascenso.