Por: Curro González, sobreescalada.com
Como ya os ido comentado en post anteriores, el Bikeraft es la combinación de dos modalidades deportivas bien diferentes. Por un lado tenemos la Bicicleta, ya sea mountainbike o Gravel, y por otro tenemos el Packraft, embarcación hinchable que te facilita el transporte en el medio líquido (ya sean aguas tranquilas o aguas blancas).
Si quieres saber más sobre nuestras aventuras con el Packraft:

Durante toda esta larga temporada de confinamiento hemos podido sacar un buen partido a nuestros Packraft en los ríos de la Comunidad de Madrid, de hecho no os podéis perder el próximo artículo en la revista Oxígeno escrito por mi buen amigo Hilo Moreno, algo que nos ha traído largas jornadas de disfrute y muy gratas sorpresas.
Tenemos también, la gran suerte de contar con una sorprendente Sierra de Guadarrama y una abrupta orografía serrana, muy propicia para la práctica de la Bicicleta de Montaña. Parece lógico entonces, poder combinar las dos modalidades para disfrutar de una variada y completísima jornada al aire libre.
La Senda del Genaro (de unos 70 km de recorrido) es una de las propuestas más completas y recomendables de toda la Sierra Norte de Madrid, conecta los lugares de mayor atractivo y todos los municipios que rodean al embalse de El Atazar, atravesando parajes y enclaves de gran valor natural.

Por este motivo, la Senda Genaro se convierte en un terreno perfecto para la práctica del Bikeraft, pudiendo transitar por sus pistas de tierra e inmediatamente después, navegar por los estrechos meandros del embalse.
Si quiere saber más sobre la ruta:
Al ser una ruta circular se puede empezar en cualquier punto por donde ésta transite; nosotros decidimos comenzar en el embarcadero de la localidad del Berrueco, lugar donde finalizaría nuestra ruta circular posteriormente.
La Senda Genaro durante su recorrido va aprovechando los cómodos caminos del Canal Isabel II y los empinados cortafuegos y pistas forestales que circunvalan las abruptas laderas del Embalse del Atazar. Nosotros por nuestra parte, trazamos una combinación de pistas y caminos junto con diferentes meandros del embalse para realizar así, nuestra peculiar Senda Genaro.

La primera parte que realizamos en bicicleta se podría decir que es dura, asciende por empinadas rampas de buen firme, hasta ganar rápidamente altura, un mero aperitivo para lo que nos queda, el ascenso escalonado del Cerro de San Román y Cabeza de Cerugea por el cordal de la montaña, que al más recio le hará «poner pie en tierra». Desde esta cota de 1.220 metros (la más elevada del recorrido), comenzamos un largo y empinado descenso hasta alcanzar la carretera M-133 que seguimos durante algunos kilómetros hasta un marcado mirador ubicado a nuestra izquierda. Si pensábamos que las dificultades de este tramo de bicicleta habían terminado, aún tendríamos que descender hasta las orillas mismas del embalse, algo que realizaremos con la bicicleta a la espalda, por terreno enmarañado, empinado y sin pisar.
Podremos hinchar nuestro Packraft en una idílica playa ubicada en una pequeña península (el Tejo) que tras bordear, nos da acceso rápidamente a la entrada del meandro del río de la Puebla. Justo enfrente de nosotros, se encuentra la abrupta orografía del Pico de la Cabra, un paraje espectacular, que te transporta a otros lugares del planeta.

Son apenas 6 km de navegación hasta el final del meandro, pero os puedo asegurar que quedaréis gratamente satisfechos. Cuando el agua amansa, se transforma en un abrupto torrente y volvemos a retomar nuestras bicicletas para ir en busca de la pista que asciende al Collado de Fragüela, tramo compartido nuevamente con nuestra Senda Genaro.
El ascenso al Collado, se realiza cómodamente por una amplia pista de tierra que tan solo ofrece en algunos sitios aislados, cortos tramos empinados. Desde este collado, la senda comienza su descenso hacia Robledillo de la Jara y Cervera de Buitrago, pero a nosotros nos pareció una mejor opción continuar el ascenso hasta el Cerro Matachines 1.141 m, para tomar el Camino de los Horcajuelos hasta Cervera.
Una vez en las inmediaciones del embarcadero de Cervera, tan solo deberemos hinchar una vez más nuestros Packraft para atravesar los casi 2 km que nos separan del lugar de origen.
