Por: Curro González, sobreescalada.com
Tras varias jornadas consecutivas de escalada a Oli y a mi nos apetecía alejarnos de la multitud, así que elegimos una de las actividades que más nos desconecta y nos aporta sensación de libertad, correr por la montaña.
Queríamos aprovechar para ir a conocer algún lugar nuevo o poco visitado por nosotros, y tras consultar diferentes fuentes y mapas nos decidimos por la Sierra de Ayllón, una zona que casi con total certeza nos iba a deparar soledad.
Habíamos trazado en la pantalla de nuestro ordenador una pequeña ruta circular a un llamativo monte, que más tarde pudimos saber que es muy conocido y ascendido, que seguramente nos depararía unas maravillosas vistas.
El Santuy 1.927 m es una de las montañas más emblemáticas de la Sierra de Ayllón, ubicada en la ladera sur del macizo del Pico del Lobo, es una de las mejores atalayas del macizo para observar los grandes cordales montañosos y profundos valles de Ayllón y Sierra del Rincón.

Nosotros iniciamos el trayecto desde la misma entrada del Hayedo de Montejo, ascendiendo durante un largo trecho por una cómoda pista denominada «Camino Nuevo», los primeros metros transcurrimos casi paralelos al río Jarama y a las faldas del hayedo, pero pronto tomamos un desvío a la derecha que nos va adentrando poco a poco en las faldas de la montaña.
La pista muere en un amplio rellano a modo de collado, un espectacular mirador natural en donde es indispensable hacer un alto, en este punto deberemos buscar un marcado camino que asciende bruscamente hacia lo alto del cordal montañoso. Esta parte sin duda es la más dura del trayecto, la inclinación del camino es bastante acusada y el terreno en algunas zonas está descarnado, haciendo que la progresión sea algo penosa.
En pocos, pero intensos minutos desde el final de la pista, nos encontraremos en la parte superior del cordal muy cerca del denominado Collado de Calahorra 1.849 m. Una vez más este punto nos «obligará» a hacer un alto para disfrutar de sus espectaculares vistas y por qué no, bajar las pulsaciones del corto pero intenso repecho.
Muchas opciones tenemos desde el Collado, podríamos ascender al conocido monte el Cerrón, descender por cómodas pistas hasta la localidad de Cardoso de la Sierra, continuar hasta las altas cumbres del Pico del Lobo, etc. Nosotros como ya os he comentado con anterioridad, continuaremos el cordal rocoso hasta la escarpada y puntiaguda cumbre del Santuy.


El camino es evidente, una pequeña senda se vislumbra entre la vegetación hasta la misma cumbre, un corto pero impresionante trayecto que culmina en el vértice geodésico de la montaña. Una vez más, la parada es «obligatoria», las vistas son impresionantes.
Como nuestra ruta era circular tenemos que descender por la escarpada ladera sur de la montaña (algo que parecía casi imposible), pero que poco a poco con paciencia, se va realizando de una manera segura y divertida (existen algunos hitos). Nos dirigimos al marcado cordal montañoso denominado el Saltadero, que va perdiendo altura paulatinamente hasta llegar a la carretera que une la localidad de Cardoso de la Sierra con la entrada del Hayedo de Montejo.
Como el día era bastante ventoso, decidimos descender hacia el bosque por un marcado sendero que parte a nuestra izquierda en el collado que existe entre el Santuy y el Saltadero (hay que estar muy atentos de no pasarnos este punto), como referencia podemos tomar las curiosas construcciones a forma de pequeños refugios-almacén ubicadas en este punto.
De nuevo el camino es espectacular, transitando por un tupido robledal y una cómoda pista, que poco a poco bordea la montaña hasta que el descenso se torna evidente hasta nuestro lugar de origen.
Una espectacular ruta en total soledad, que nos aportará una corta pero intensa actividad que nos dejará muy satisfechos y nos abre la posibilidad de enlazarla con infinidad de variantes de mayor duración.