Por: Curro González, sobreescalada.com
Si no me falla la memoria, creo que todas las vías de escalada que ha abierto Fernando Cobo me han parecido buenas o muy buenas al repetirlas. Por sus trazados lógicos y desafiantes, por la ética empleada en la apertura de las mismas y en muchas ocasiones, por el compromiso que alguna de ellas conlleva al escalarlas.
Como buen escalador madrileño, ha dejado su sello en infinidad de riscos emblemáticos de la zona centro, y como no podía ser de otra manera, encontramos una ruta suya en el conocido Pico de la Miel.

El propio Fernando Cobo nos comenta en su Blog:
«Actualmente conocida como la Vía del Cobo, se bautizó en su momento como Vía BELMAR, dedicándose a unas compañeras de trabajo de aquellos tiempos, Isabel y Marisa. La vía la abrimos, creo recordar con Pedro Coronado (aunque no estoy seguro) y el año de apertura sería por 1.977 aprox/.»

Tuve la suerte de repetir esta ruta de escalada hace más de 20 años, cuando el grado habitual de la gran mayoría de las rutas de escalada del macizo era de V+/6a, aunque también encontrábamos algunas rutas de escalada con grado más elevado.
Es el caso de esta vía, su primer largo era todo un desafío para nosotros y otros muchos escaladores, ya que estaba totalmente limpio (excepto un seguro fijo antes de la fisura), tenía pasos duros y en algunos lugares eran expuestos. Pero tras superar este largo no te podías relajar, ante tí encontrabas una escalada de placas y muros bastante expuestos hasta llegar al final de las dificultades.
Es por ello que poco a poco y sobre todo con la «generación cristal de nuevos escaladores» la ruta fue cayendo en el olvido, era una ruta de escalada que aún conservaba toda la garra y estilo de otra época, que se salía de lo común de lo acostumbrado en el Pico de la Miel. Todo ello le pasó factura, además de espesas zarzas a pie de vía, fisuras sucias, mantas de musgo en placas, etc. Algo que echaba para atrás a los pocos intrépidos que la tenían en mente y que prácticamente la hacían intransitable.
Así que el propio Fernando Cobo decidió restaurar la ruta:
«En marzo de este año 2021 hemos restaurado la vía, ya que se hacía poco debido a la dificultad para para encontrarla. Hemos metido varios calvos y anclajes fijos, montado las reuniones y limpiado un poco algunos tramos muy musgosos. Espero que os guste como ha quedado.»
Hace poco repetí de nuevo la ruta de escalada, una vez más me encantó, seguro que se repetirá, os la recomiendo.
Para aquellos que la hagan por primera vez y no la hayan conocido de otra manera, les resultará una vía excepcional, acorde con las demás rutas del Pico de la Miel, para los afortunados que la pudimos gozar y sufrir en estado salvaje, nos apenará.
No me deja de sorprender esta extraña «evolución», en donde cualquier contacto con la adversidad es sometido para poder ser aceptado.


Hola, la repetimos ayer. Nos pareció muy buena vía. El primer largo es muy muy bueno. El paso de zancada del tercero le da un punto diferente. En el cuarto optamos por la línea de chapas de la izquierda (6a). Pienso que tiene todo para ser muy repetida a ver si se anima la gente y no la invade el musgo. Gracias por compartirlo
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Hola Dani, gracias por el comentario. Si, la vía es muy buena y debería estar en la lista de todo escalador que se precie. Un saludo!
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