Por: Curro González, sobreescalada.com
Ha llovido ya mucho desde que las primeras rutas de escalada surcaran la cara Oeste del Cancho de la Ladera, risco camaleónico divulgado en diferentes medios de mil y un nombre: Risco del Monasterio, Cancho del Camino, o como finalmente es conocido, Risco del Fraile.
No podrían imaginar sus primeros aperturistas que estas líneas se iban a convertir en unas super clásicas de la zona centro, que el Cancho acogería casi a diario a diferentes cordadas dispuestas a saborear la agradecida escalada que deparan sus líneas, y que la mal lograda trocha que llevaba hasta sus paredes entre las jaras se convertiría en un camino perfectamente erosionado y transitable.

Pero pese a todo, aún sigue mereciendo la pena escalar en el Cancho de la Ladera, alguna de sus rutas son agradecidas escaladas que transcurren por diedros y fisuras marcadas que ofrecen multitud de emplazamientos para los seguros flotantes. A esto hay que añadir que las rutas están semiequipadas generosamente, sus reuniones son rapelables y que si andamos duchos podremos escalar varias rutas en la misma jornada.

Seguramente las reseñas de la zona más conocidas son las que publicó Ricardo G en la web de escalada Viaclasica:

Sin duda se podría decir que estan son las rutas «madre» de la pared, pese a todo y gracias a la gran afluencia de escaladores que visitan la zona, se han abierto pequeñas variantes, amén de multitud de opciones para la escalada deportiva.
En la zona baja del Cancho de la Ladera encontramos una bonita zona de escalada deportiva con vías de dos largos que curiosamente casi no es visitada, solamente sirve de desahogo a aquellos escaladores poco madrugadores.
Una vez más las reseñas del lugar son sobradamente conocidas, las realizó Raúl Redondo y las podéis encontrar junto mucha más información de la zona, en Escaladores Cabrera.

Existen otras tantas alternativas por la zona que cualquier escalador inquieto podrá encontrar con relativa sencillez y así disfrutar de «cierta» soledad.
Si tenéis ocasión y suerte, no podéis dejar de escalar en una bonita jornada:
Diedro JJ
Es casi con total seguridad la ruta más antigua de la zona, si no la primera, con una solera de más de treinta años. Transcurre por el diedro característico del margen izquierdo de la pared, en donde encontramos multitud de seguros fijos (se combinan los clavos con los paraboles), pese a todo hay zonas en donde tendremos que asegurarnos con seguros flotantes.
Sobradamente (gestionando bien la cuerda) llegaremos a la segunda reunión en 50 metros (disfrute asegurado), de esta manera nos evitamos montar la primera reunión que es incómoda. Y es que, aunque nos empeñemos, las rutas no tienen más de 70 metros.
En este punto la ruta como buena clásica se retira por la izquierda por lo más evidente, es el momento de continuar nuestra escalada por el último largo de la vía «Senectud Total», una bonita fisura generosa tanto en su equipamiento, como en su grado.

Extasis
No sé si algún lector de esta entrada habrá escalado en el Dorado (Suiza), si es así por un momento te vas a trasladar a aquella mole granítica.
Para mí es la mejor línea con diferencia, me parece espectacular.
Igualmente que en la anterior se pueden empalmar los dos primeros largos en uno de 50 metros, aunque en esta ocasión no está tan justificado, dependerá de lo ansioso que sea el primero de cuerda.
La guinda del pastel la pone la difícil fisura del último largo, una peleona fisura desequipada que guarda un paso en su salida (perfectamente protegido con un Bong).
Ramoni
Esta fisura-chimenea tiene carácter, es de esas añejas que tan buen sabor de boca te deja después de escalarlas, es sin duda el largo más difícil de las propuestas.
Realmente solo merece la pena el primer largo, aunque los demás son «curiosos», pero si optáis por realizar solamente el primer largo tenéis que tener en cuenta que descenderéis solamente de un Spit del 12 con anilla (para mí más que seguro, pero no es lo que dice el «manual»). Este se puede reforzar perfectamente para realizar reunión, pero si vais en plan friki, ya sabéis lo que toca.
Si queréis más, indagar que encontraréis…

Dos breves comentarios a esta estupenda entrada:
1.- el Diedro J.J. es obra de Julito Marina y otro compañero, lamento no recordar su nombre… pero también empezaba por J. De ahí el nombre de la vía: las iniciales del nombre de ambos. Esta vía es de finales de los 70… y se la comió la vegetación, por lo que durante muchos años no se podía escalar
2.- la Senectud Total es obra de Julio Marina, Pancho (Pedro Pablo Gómez y un servidor. El nombre fue idea de Pancho (algo mayor que nosotros) como una broma a nuestras edades.
Y cuando abrimos la Senectud Total, trabajamos para recuperar el Diedro J.J. que, como bien dices, Curro Gonzalez, es una vía estupenda.
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