Por: Curro González, sobreescalada.com
Cuando disponemos de poco tiempo Oli y yo y tenemos ganas de realizar aquellas actividades que nos aportan tanto paz como diversión, intentamos combinarlas para poder disfrutar de ellas; en esta ocasión, una buena manera de hacerlo fue realizando la aproximación corriendo para más tarde escalar la pared elegida.


Un factor a tener muy en cuenta en estas actividades es el peso, siempre intentamos ir lo más ligero posible, no por emular a las grandes estrellas de lo mediático, sino porque cada gramo cuenta a medida que sumamos años. De esta manera, generalmente usamos unos arneses hiperligeros, poco material de autoprotección y diferentes cuerdas que tenemos «apañadas» para ésta y otras actividades.
Elegimos la zona de Valdemanco, el paisaje y el lugar es simplemente espectacular, más aún en los días despejados y soleados, en donde a medida que asciendes por las laderas se muestra ante ti un maravilloso y amplio relieve. Por comodidad, elegimos escalar una ruta en la Aguja Astarot, uno de los primeros pilares rocosos que encontramos en la hoja de sierra que forman las Agujas de Valdemanco, concretamente la vía Josemi-Antonio 60 m V+.

Esta ruta de escalada asciende de una forma elegante la cara Oeste de la aguja, el primer largo transcurre por una fisura-chimenea característica para más tarde, superar de una forma aérea un muro fisurado que te deposita en una pequeña repisa donde se monta reunión (40 m), más tarde ascendemos por una fisura vertical hasta llegar a la cumbre (20 m).
Como he comentado anteriormente, el material que empleamos fue mínimo, una cuerda de 40 metros de 8,5 mm, dos cintas, cuatro friends y dos mosquetones de seguro. Quedé realmente sorprendido de la comodidad y el agarre que ofrecen mis zapatillas para correr Saucony en medios verticales, de esta manera ahorré llevar el peso de los pies de gato.


La aproximación corriendo la realizamos velozmente por los caminos y sendas que normalmente se utilizan para realizar el acceso: desde el cementerio de Valdemanco ascendimos por el marcado camino PR hasta el collado cercano a las Lagunillas para más tarde tomar una marcada senda que nos deja a pie de las agujas, en el collado de los Rasillos.
El descenso desde la cumbre de la aguja Astarot se realiza cómodamente por su vertiente norte hasta llegar de nuevo al collado de los Rasillos, en donde volvemos a realizar el camino inverso. Viendo que aún disponíamos de algo más de tiempo, decidimos alargar la actividad descendiendo por el camino que transcurre entre la Peña del Cuervo y las Peñas del Tejo, de esta manera disfrutamos de otras sendas y paisajes.
En total, poco más de 1h y 40 minutos en realizar esta bonita y disfrutona actividad.

