El Pajarito o Cancho Largo de la Cabrera, cara Este.

Por: Curro González, sobreescalada.com

Una vez cuando era pequeño me preguntaron qué quería ser de mayor, después de nombrar algunas de aquellas profesiones que parece ser que a los niños les debiera gustar o al menos aspirar le dije la verdad al entrometido adulto, Camionero.

Seguramente pensaría que tenía muy poco glamour pero era la verdad, desde pequeño me ha gustado viajar, la sensación de trasladarme hacia un lejano destino en el interior de un pequeño habitáculo acondicionado y ambientado a tu gusto, me aportaba y me aporta Paz. Me permitía y me permite, relajarme y desbocar mis pensamientos y recuerdos a lo largo de todo el trayecto, abstraerme del mundo que pasa apresurado por las ventanillas del vehículo y conocer y observar infinidad de nuevos lugares. Además, el camión tenía en su interior camas y eso molaba mucho.

Curro González en el segundo largo de «Cíclope»

Con el tiempo por diferentes motivos me ido convirtiendo poco a poco en aquel camionero que de pequeño quería ser, he tenido un coche que en cinco años de vida se ha tragado más de 300.000 km y otro, que más o menos sigue el mismo camino (todos estos kilómetros realizados en busca de lugares en donde escalar y de vez en cuando, trabajar). Y ahora en mi trabajo, conduzco un camión de bomberos, de esta manera creo haber conseguido realizar este pequeño sueño mío de «chico«.

Lo que está claro es que este año 2020 raro, raro, no va a pasar a ser el año que más kilómetros he hecho con mi coche para visitar zonas de escalada, ni mucho menos. Este año va a ser el año de los inventos, de las invenciones y calentones de cabeza para realizar actividades de las que me gustan aquí al lado, sin grandes desplazamientos ni largas horas de viaje.

Con todo esto, hace relativamente poco tiempo recibí un mensaje de Alberto Castro con una reseña de una ruta de escalada, el texto que lo acompañaba era incitante: » A ver si la repites y me dices».

Curro González en el tercer largo de «Libre y Salvaje»

Como literalmente estoy como loco por hacer cosas diferentes y motivantes, esta invitación fue como un soplo de aire fresco, pero sorprendentemente se me juntó con otras dos actividades motivantes realizadas en el Pico de la Miel y en el Cocodrilo de la Pedriza por escaladores conocidos que me incitaban también a repetirlas.

Así que de la noche a la mañana me ví envuelto en una incertidumbre de cual escalar primero, finalmente decidí realizarlas (o intentarlo, al menos) por el orden según fueron siendo descubiertas por mi. De esta forma me quitaba el gran peso de tomar una decisión nada fácil.

Realmente hacía mucho tiempo que no venía a escalar al Pajarito o Cancho Largo de la Cabrera, cosa que no entiendo porque las rutas son muy bonitas, pero supongo que al final no puedes hacer todo y que el día solo tiene 24 horas. La cara Este del mismo, había acuñado algunas rutas más modernas de cuando la visité por última vez, una de éstas era la que fuimos a escalar Miguel y yo.

Miguel en el primer largo de «Libre y Salvaje»

Libre y Salvaje 140 m 7a/A1

Bonita ruta de escalada abierta por Alberto Castro, Fernando Blas y Ana González que surca el llamativo muro-placa de la Abraxas por su margen izquierdo, para superar más tarde un pequeño y explosivo techo y culminar la escalada a través de un precioso y disfrutón espolón rocoso.

El primer largo es simplemente espectacular, continuidad cien por cien, sin ningún paso «a bloque», de escalar, mantener la tensión, visualizar y aguantar (7a).

El segundo largo supera un techo marcado mediante un paso «a bloque» duro, para continuar hasta la reunión por fisura y placa de navegar (nosotros este largo lo evitamos por la derecha (6a+), fisura evidente y placa, no le ví color al paso y no quería escalar en artificial).

Finalmente el tercer largo surca un bonito muro de buen agarre (6a/+) para terminar superando un pequeño escalón (6b) que nos dá acceso a la reunión.

Cara Este del Pajarito o Cancho Largo de la Cabrera, trazado aproximado de «Libre y Salvaje» (izq.) y Cíclope (derecha)

Será el propio Alberto Castro quién finalmente publique la reseña de la vía y su graduación definitiva.

Cíclope 120 m 6b

Ni mucho menos es una ruta moderna (del año 1996), pero era de éstas que fui dejando, dejando y al final se me olvidó. Y he de deciros que menos mal que me he acordado de ella porque realmente es muy buena.

Abierta por Lorenzo Borrero, Mane y Óscar Montesinos supera una placa vertical entrecortada por un pequeño techo en el primer largo (6b), para continuar la escalada por el dierdo-fisura ancho tan característico de la parte superior de la pared (6a+).

Hubiéramos querido escalar alguna más, pero empezamos tarde (así evitábamos la humedad reinante durante estos días) y la noche se avecinaba.

Durante toda la escalada Ponyo estuvo atento de nosotros, de nosotros y de todo aquel que se acercaba…

Ponyo

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