La segunda vez que visité los impresionantes formaciones de Riglos, y primera que escalé la Visera, fue acompañado de Fernando Cobo. Yo tenía 19 años y no sabía muy bien quién era, le había conocido a él y a otros dos escaladores, en una reunión de esas de los Jueves en el Club Alpino.
Los vi allí hablando sobre un fin de semana de escalada en Riglos y me acoplé.

No se si antes era todo más sencillo o yo era más amable, pero no me veo ahora acoplándome a los planes de unos desconocidos. No me aguanto ni yo, como para aguantar a «peña» que no conozco…
Durante aquel viaje, poco a poco se fue descubriendo al gran escalador que tenía delante, no por las grandes actividades que realizamos (escalamos solo la Mosquitos a la Visera ya que al día siguiente amaneció diluviando), sino por las historias que contaban y contaba.
Yo siempre he sido más de escuchar que de hablar, se aprende más, así que fui tomando nota de aquellas historias de escaladas y aperturas contadas no por Fernando (que es más de callar), si no sobre todo por los dos escaladores que nos acompañaban.
Con el transcurso del tiempo y más de 50 vías diferentes escaladas en los Riglos, algo de experiencia he ido adquiriendo en lo referente a los «volaos», y puedo decir con casi toda seguridad, que las líneas que más me han gustado llevan su firma.
Sólo me quedaban dos vías por escalar de Fernando, la Ley del Guerrero a la Visera y la Helios al Puro. Y que mejor homenaje al «maestro» que reequipar una de sus líneas.
En septiembre de 2009 Fernando Cobo decide restaurar la vía Helios con la colaboración de D. Rivas y T. Carasol, sustituyendo los escasos buriles por parabolts, tanto en reuniones como en los largos y renovando los cordinos de los puentes de roca. También enderezan el recorrido para evitar compartir reunión con la Normal.
Así que solo me quedaba una opción, la Ley del Guerrero. Me puse en contacto con Fernando y le comenté mi intención. Charlamos sobre el tema y me dio su visto bueno, solo había un problema. Unos escaladores ya habían empezado la restauración, pero había pasado mucho tiempo desde su última visita y al parecer el proyecto estaba «abandonado».
En el 2011, tras ponerse en contacto con Fernando, Manu y compañía colocaron parabolts en los seguros intermedios y reunión del primer largo. Dos años más tarde se aventuran dos largos más dejando la aventura abandonada en la R3, desde entonces este proyecto cayó en el olvido.
Estábamos en el 2017 y me estaba replanteándome seriamente que hacer, no me gusta meterme en lugares en donde no me llaman y mucho menos entrar en conflictos con otras personas. Pero me hacía mucha ilusión y aquello no parecía que fuera a ponerse en marcha en breve.
Así que me puse en contacto con Manu y le transmití mis intenciones, a lo cual no puso ningún impedimento.
El reequipamiento de la ruta básicamente lo hicimos Arturo, Agus y yo.
El primer día escalamos desde abajo los tres primero largos, terminando de reequipar y sustituyendo los puentes de roca de kevlar por sirga de acero. También quitamos todos los seguros antiguos, tarea que aún no se había llevado a cabo. La primera reunión antigua quedo de testimonio al igual que algún seguro en la reunión del cuarto largo. También subimos todo el material a las reuniones superiores para tener trabajo ya hecho.
El segundo día ascendímos por las cuerdas fijas hasta la R3 y terminamos el cuarto largo, también encadenado desde abajo. Subimos el material a la reunión de la Guirles Campos, que mediante una fácil travesía da acceso a la reunión del último largo.
El último día terminamos el largo quinto y sexto (esta vez desde arriba), nos quedamos sin material para terminar el último largo.
En el mismo año, Manu y compañía parece que terminan de reequipar el último largo.

La vía es excelente y ahora reequipada es de visita obligada para cualquier escalador que se considere un escalador de Pared. Sé ha conservado los emplazamientos originales, en alguna ocasión se ha modificado algún emplazamiento del seguro fijo, sobre todo en aquellos en donde existía doble buril. Se ha añadido un seguro fijo a la salida de cada reunión para evitar el factor 2, de agradecer sobre todo en la travesía del quinto largo 7a.
Por lo demás, sigue conservando el estilo audaz de los aperturistas. La roca es bastante aceptable y se disfruta de una escalada en una vía mítica.

Hola curro, a ver si la repito en primavera y la disfruto ya sin trabajar….he leído que me consultaste para proseguir el trabajo de reequipar. Supongo que será un lapsus, y te querrías referir a consultar a FERNANDO.
Que por otro lado es lo lógico.
Cosas de la edad, a mí me pasa cada vez más !
Saludos
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Hola Manu, se disfruta de otra manera. Yo ya la hecho de nuevo. Si, nos hacemos mayores, pero de momento conservo la memoria. Tal es así, que no se me ha olvidado poner tú nombre en el post 🙂 Tú teléfono me lo paso Maxi y estuvimos hablando sobre el tema, pero bueno, dejemos abierta la opción de la duda que la edad no perdona. Haber que le dais al tercer largo, será 7a+ o así… es muy bueno. Saludos.
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