Por: Curro González, sobreescalada.com
Este es uno de esos riscos de la Pedriza que seguramente haya pasado desapercibido para muchos escaladores, no es para nada un lugar frecuentado ni «comercial» en donde se vayan a aglomerar infinidad de cordadas, es uno de esos lugares casi olvidado.
Digo casi, porque evidentemente sigue existiendo un número reducido de escaladores a los que les gusta frecuentar este tipo de zonas y a los que les gusta enfrentarse a este tipo de escalada. Retomo una antigua publicación de Viaclasica y la vuelvo a sacar a la luz, sin miedo a la masificación, ni miedo a las críticas por revelar «secretos», como digo, a pocos le será interesante.

Aunque el risco necesite una puesta a punto ya que los seguros fijos se encuentran oxidados, algunos son de 8 mm, algunas reuniones son obsoletas y existe algo de suciedad, disfrutaremos con total seguridad de una buena jornada de escalada gracias a la calidad de sus rutas y la variedad de estilos de las mismas.
De todas las rutas que surcan el risco destacaría cuatro de ellas: Carlos Frías 6c, Sorpresa 7a+, Perro Viejo 7a+ y Fisura del Emigrante 7?
Solo por escalar la línea de Carlos Frías ya merece la pena visitar el Risco, precioso y variado recorrido que se encuentra semiequipado y que resulta más difícil de lo que a primera vista pudiera parecer.
La ruta Sorpresa es otra de esas líneas que te sorprende, sobre todo en la sección final. Deberéis prestar atención al primer seguro (paso raro desplomado de buen canto), se encuentra bastante oxidado. La dificultad de la ruta podría variar bastante en función de los estrictos que seamos en el muro de setas final.
Perro Viejo está, junto con la ruta anterior, totalmente equipada con seguros de diferentes diámetros. Es una espectacular línea, bastante mantenida y con movimientos técnicos.

Sin duda alguna la joya de la corona es la Fisura del Emigrante, espectacular fisura que surca el techo por su flanco izquierdo, un buen proyecto donde curtirse el «lomo».
Existen también otras rutas que completan el total de líneas existentes en el Risco, equipadas, semiequipadas y limpias.
En definitiva, un lugar de visita «obligada» para aquellos que disfrutan de la soledad, pero sobre todo recomendado para aquellos escaladores a los que los friends siempre les acompañan, aún en el fondo de la mochila.
