Hoy ha sido uno de esos días en los que sin planificar nada he podido realizar una bonita y divertida actividad.

El hecho de trabajar a la tarde me cohibía a la hora de realizar una actividad de más duración y pese a despertarme junto a mis gallinas, no he visto claro la compatibilidad de una de mis «tareas deportivas» y la puntualidad laboral.
Así que he decidido hacer una «rapidita» antes de entrar de guardia.
Hacía tiempo que no escalaba la Chamonix, que no en el Pico de la Miel. Y la verdad es que me ha gustado mucho, el poder realizar en soledad, esta escalada rodeado de Aviones Roqueros (Ptyonoprogne rupestris) y comprobar que pese a mi embriaguez emocional, he podido disfrutar y desconectar de este mundo tan irreal.

Os dejo un video a ver si os gusta.