
Por: Curro González, sobreescalada.com

Fuego
Pasión, energía, fuerza, claridad, voluntad, iniciativa e impaciencia
Viajar en busca de lo desconocido es una de las expresiones más profundas de nuestra naturaleza humana. Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha sentido una inquietud innata por explorar más allá de sus límites, por descubrir nuevos horizontes y entender lo que aún no ha sido revelado.
Esa búsqueda nace del deseo de aprender, de crecer y de encontrar respuestas a preguntas que quizás ni siquiera sabíamos que teníamos.
Lo desconocido nos desafía, nos saca de nuestra zona de confort y nos invita a enfrentarnos a lo impredecible. En ese proceso, descubrimos no solo nuevos paisajes y culturas, sino también partes de nosotros mismos que permanecían ocultas.
Viajar en busca de lo desconocido nos permite ampliar nuestra perspectiva, romper prejuicios y abrir nuestro corazón a la diversidad del mundo.
Además, esa aventura nos recuerda que la vida está llena de misterios y que, en la exploración, encontramos sentido y propósito. Nos impulsa a seguir adelante, a desafiar nuestros límites y a entender que, en cada rincón desconocido, hay una oportunidad de transformación.

¿Por qué Wind River?
Tuvimos dudas, por un tiempo anduvimos incluso perdidos a la hora de tomar nuestra decisión, pero tras nuestra vivencia, he de deciros que acertamos rotundamente.
Nuestra idea primogénita era ir a un lugar lejano: Kirguistán.
Pero en esta idea existían varias contras que arruinaban los pros: básicamente la climatología, el engorroso engranaje de la expedición y la posible masificación al ser un lugar de moda.
Entonces entró en juego el flaco, nos llenó la cabeza de historias y aventuras de un lugar solitario y único rodeado de montañas y paisajes sorprendentes.
Así que para allá fuimos, dispuestos a convivir rodeados de osos, bisontes y alces, al más viejo estilo far West.


Wyoming, es el estado de Estados Unidos con menor población después de Alaska, es también uno de los más ricos en cuanto a naturaleza virgen. Dos tercios del territorio oeste están cubiertos, mayormente, por las sierras y montañas de las Montañas Rocosas, mientras que el resto este del estado son praderas de grandes alturas sobre el nivel del mar conocidas como High Plains.
Dos de los más famosos parques nacionales de Estados Unidos, Yellowstone National Park y Grand Teton National Park , se encuentran aquí.
A la espera de un cambio en la meteorología en la zona alta de las montañas, nos dirigimos a la localidad de Jackson Hole, al pie de las Montañas Rocosas.
Curro en el L3 de Do it for Doug, Rock Springs Buttress. Foto: J. Gracia
Grand Teton National Park, Rock Springs Buttress

Es del todo recomendable escalar en Rock Springs Buttress, una pared enclavada en un lugar único con paisajes insuperables.
La calidad de la roca es generalmente buena (para ser roca alpina) y las escaladas incluyen escalada deportiva, tradicional y una mezcla de ambas.
La roca es de granito compacto, aunque muy fracturada y meteorizada (y ocasionalmente suelta) en algunas zonas.
Los agarres alternan entre grandes «cazos» a resbaladizos romos, y la naturaleza lisa y cristalina de la roca a veces hace que los pies sean precarios.
Las rutas pueden parecer un poco abandonadas, probablemente debido a la falta de magnesio en la pared, lo que dificulta la escalada a vista y la elección de la calidad de los agarres desde abajo.
C. González en el vertical L4 de «Do it for Doug», Rock Springs Buttress. Foto: J. Gracia



Do it for Doug 5.10c
FA: Hans Johnstone y Greg Collins (verano de 2008)
Impresionante escalada en la parte central de Rock Springs Buttress, es posiblemente la mejor escalada del valle.
Tras el primer tramo fácil, la escalada se caracteriza por una escalada técnica y mantenida (de vertical a ligeramente desplomada) sobre excelente roca, con pasos clave bien asegurados.

Cirque of the Towers, Wind River
El creer ser superior puede parecer una cualidad que enriquece la autoestima y la confianza en uno mismo. Sin embargo, cuando esa creencia se transforma en arrogancia, puede convertirse en una barrera que aleja a los demás y nos aísla en nuestra propia percepción.
La arrogancia nos lleva a pensar que somos mejores, que no necesitamos aprender ni escuchar a quienes nos rodean, y que nuestra valía está por encima de los demás.
Pero esa actitud, por muy segura que parezca, tiene un precio irremediable: la soledad.
La arrogancia crea muros invisibles que impiden la verdadera conexión con las personas, porque quienes nos rodean perciben esa actitud como una falta de humildad y empatía. Con el tiempo, esa distancia se vuelve insalvable, y nos encontramos solos, rodeados de una apariencia de grandeza que en realidad oculta un vacío interior.
Y después de tanto tiempo, por fin nos encontrábamos en el interior de las montañas, las palabras del flaco se tornaron minucias cuando pudimos contemplar el esplendor del paisaje que nos rodeaba.

The Cirque of the Towers es una magnífica zona de escalada alpina con algunos de los paisajes más impresionantes de Wind River, se accede hasta él, realizando una espectacular aproximación de dos días..
Aquí podemos encontrar las clásicas Cara Noreste de Pingora y la Arista Este de Wolf’s Head, recogidas en el «Top 50 classic routes in North America» .

No olvidar que nos encontramos en alta montaña, superando los tres mil metros en la gran mayoría de las escaladas, los cambios en la meteorología pueden llegar a ser bruscos y repentinos.

Pingora, NE Face
FA: Harry Daley, Jim Yensan 1962. FFA Harry Frishman, Juris Krisjansons
Es sin duda alguna, la formación rocosa más famosa y codiciada del Cirque of the Towers; de entre todas sus líneas de escalada, una de las más conocida es la que transcurre por la cara Noreste.
Se trata de un sistema de fisuras semiverticales y mantenidas que rasgan el pináculo desde su base a la cumbre.
La escalada es placentera, con multitudes de posibilidades de aseguramiento y variantes del recorrido en algunas zonas.
La vía (a excepción de dos clavos) se encuentra totalmente limpia, sus largos suelen ser a tope de cuerda.


Durante nuestra estancia en las montañas, convivimos con las dos especies de osos que habitan el lugar, hay que ser bastante meticulosos y guardar estrictas normas de seguridad para no tener encuentros desagradables.
La básica es alejar cualquier producto que emane olor «atractivo» de nuestras tiendas, cocinar alejados del lugar de pernocta y colgar de las ramas de los árboles toda nuestra comida.
Igualmente es más que aconsejable portar spray anti-osos a modo de defensa.
*pese a la alta posibilidad de encuentro con osos, el único ataque que recibimos fue el de las marmotas, deborando y royendo nuestro material (palos de trekking, mochila y botas) depositado a pie de vía, mientras escalábamos
Wolf’s Head
Es imposible contemplar el paisaje y no sentirse enormemente atraído hacia ésta escalofriante formación rocosa.
Multitud de rutas de escalada surcan sus evidentes fisuras y diedros, de todas ellas la más famosa y conocida es su Arista Este, que enlaza las diferentes formaciones rocosas, en un atrevido y aéreo trazado.
Nosotros en esta ocasión nos decantamos por escalar un mantenido trazada que surca su cara Sur.


La acumulación de nieve en la base del Wolf’s Head (estamos a finales de Junio) nos impidió acceder hasta la vía de escalada que habíamos elegido.
Improvisamos dos largos mantenidos desde el flanco derecho, que nos daban acceso a una gran repisa inclinada, pudimos atacar la muralla por el sistema de diedros verticales que rasgan la pared en su zona más alta.

Fotos: izq. Curro en los diedros superiores del Wolf’s Head; Patric (aficionado a escalar descalzo) en el L2 del muro inferior.


Sundance Pennacle, Northeast arête
FA: Greg Collins, Mal Miller, Reave Castenholtz 1982
El risco es bien visible y llamativo al ascender por el sendero del Paso Jackass hacia el Cirque of the Towers, en el lado oeste del acceso, justo antes del Pico Warbonnet.
Cuenta con varias rutas que resultan ideales para escaladas de medio día, con accesos relativamente fáciles desde Big Sandy.
Joaquín en el último largo de Northeast Arête. Foto: C. González

Es más que aconsejable comenzar la ruta por el sistema de diedros del riñón inferior rocoso, de esta manera aportamos dos pintorescos largos más a la ruta.
El tercer largo de la ruta es brutal, muy técnico y exigente, 55 metros de escalada (en ocasiones expuesta y difícil) que asciende por una interminable fisura de dedos.
Quedaron muchas escaladas y paredes por conocer, el excelente tiempo y la soledad abrumadora invitaban a quedarse, pero el mes de Junio llegaba a su fin.
Era el momento de viajar hacia Devils Tower.


