Por: Curro González, sobreescalada.com
Cuando se planteó el viaje de Packraft a Eslovenia, me percaté pronto de la posibilidad de complementarlo con algunos días de escalada, no hay que poseer una brillante inteligencia para darse cuenta de ello; tan sólo ser un poco inquieto y tener ganas de conocer y explorar nuevos rincones desconocidos, al menos para mi.

El Triglav 2.864 m de altura, se halla en el noroeste de Eslovenia, muy cerca de la frontera entre Austria e Italia; siendo la más alta de los Alpes Julianos y de Eslovenia, país en el que se reconoce como un monumento nacional.
En Eslovenia existe el dicho que todo ciudadano tiene que subir al menos una vez en la vida a este macizo montañoso de aspecto imbatible, que curiosamente es el símbolo del país y está omnipresente en su bandera nacional.

La cara norte del Triglav, llamada Stena, es una de las paredes más altas de los alpes sobrepasando generosamente los 1.000 metros de desnivel, es un inmenso anfiteatro donde los grandes alpinistas yugoslavos y eslovenos forjaron y forjan sus habilidades como escaladores y alpinistas.
Por la inmensa muralla rocosa surcan más de un centenar de rutas de escalada, la gran mayoría son rutas que aprovechan las numerosas debilidades de la pared, pero otras se atreven con los muros más infranqueables.


Las rutas más conocidas y frecuentadas son la Eslovena y la Alemana, largas trepadas por terreno caótico con algún paisaje aislado en donde escalar; otras algo más complejas son la Bavarian y Skalaska (igualmente frecuentadas), en donde el empleo de la cuerda se hace más necesario; casi con total seguridad, la mejor opción para escaladores sería realizar la ruta Helba.
Elijamos cualquiera de ellas, deberemos contar con un extenso horario en la realización de la actividad, más aún si nuestra intención es llegar hasta la cumbre una vez finalizada la escalada.
El descenso igualmente para todas ellas, es un complejo (combinando ferratas y destrepes) y largo recorrido, que de seguro se pueda a llegar a extender a más de 3 horas.

La Skalaska con la salida de Gorenjska (también conocida como la salida de Oberkrainer en los países de habla alemana) es una de las pocas rutas en el rango de dificultad media, con las dificultades concentradas en unos pocos largos. El resto suele ser escalada en el II y III grado de dificultad, que, sin embargo, se tiene que escalar mayoritariamente sin cuerdas o en ensamble debido a la longitud del recorrido.
Es una ruta que no deberemos subestimar (pese a su modesta dificultad), nos encontramos frente a una verdadera ruta alpina de 1000 metros de desnivel, en donde deberemos prestar mucha atención a la roca (en los largos difíciles, es de buena calidad) y a los numerosos pasajes expuestos que deberemos realizar a lo largo de toda la escalada.
Una bonita y disfrutona actividad que nos sirvió como toma de contacto en nuestra estancia en Eslovenia.

