En el corazón del País Vasco, donde la niebla abraza las cumbres y el verde se funde con la piedra, tres montañas míticas se alzan como guardianas de una tierra ancestral: el Gorbeia, el Txindoki y el Anboto. Cada una, con su propia leyenda, su carácter y su desafío, representa mucho más que una cima; son símbolos de identidad, esfuerzo y conexión con la naturaleza.
Esta es la historia que va más allá del reto físico: es el relato de un padre y un hijo que, unidos por la pasión por la montaña y el deseo de compartir algo auténtico, decidieron emprender juntos este triple desafío. Más que conquistar cumbres, se trataba de construir recuerdos, superar límites, y reafirmar ese lazo profundo que se forja no solo con palabras, sino con pasos, silencios, y miradas compartidas desde lo alto.
A través del barro, la niebla, el viento y la belleza salvaje del paisaje vasco, esta aventura se convirtió en un viaje íntimo, donde el compañerismo, la confianza y el amor, guiaron cada paso hacia la cima.
Durante la Educación Primaria, H como todos los demás niños, estudió los conceptos básicos de geografía española, incluyendo las comunidades autónomas y provincias, sus nombres y ubicaciones (amén de nombres y capitales de las comunidades autónomas y algunas de sus características principales).
Este hecho me otorgó la posibilidad de repasar junto con H todos aquellos lugares en donde habíamos estado, dando referencias de montañas, ríos y bosques que habíamos transitado, escalado o navegado en las diferentes provincias españolas.
Este repaso también me iluminó en algún que otro proyecto que fue tomando forma con el tiempo, y que hoy en día aún ronda por mi cabeza.
Las 50 Escaladas
De esta manera, y con la imperiosa curiosidad que emanaba de no haber estado nunca en las grandes montañas del País Vasco, nació la idea que a continuación os plasmo: Ascender las montañas más míticas de cada provincia del País Vasco.
Como muchas de las cimas son zonas naturales limítrofes entre provincias, decidimos tener de referencia la ubicación del punto de inicio de cada actividad.
ARABA: Monte Gorbeia (1.482 m) por Begargogor o Gradas del Gorbeia
El Gorbeia es la cumbre más alta del Parque Natural del Gorbeia situado entre Bizkaia y Araba en el País Vasco. Posiblemente es la cumbre más popular y más frecuentada del País Vasco.
Durante el ascenso al monte Gorbeia podemos encontrar varios enclaves donde la piedra caliza es protagonista.
El primero de ellos es el afloramiento rocoso de Mairuelegorreta, al que se llega tras una bonita caminata por el tupido bosque desde las Canteras de Murua, lugar de inicio de la actividad.
En el corte de caliza en mitad del bosque hay tres cuevas, la principal (una de las cavidades más importantes de Araba y morada de la diosa Mari) y dos más pequeñas a los lados.
No podéis dejar de adentraros en el interior de las mismas y refrescaros con el intenso aire frío que emana de sus entrañas.
El segundo de ellos, más arriba sobre los árboles, destaca la roca caliza de Bedargogor Atxa, antecima sureste del Gorbeia con 1302 m de altura.
El roquedo lo conforman dos grandes gradas de roca compacta que se superan trepando por terreno sencillo, y el tramo de roca cimero.
Tras un largo camino y con no todas las horas de sueño que hubiéramos deseado (el uno por salir de guardia y el otro por los nervios), comenzamos la actividad tan deseada.
Era una idea que llevábamos planeando desde el verano pasado, y como un maleficio, pesaba sobre nosotros al no poder llevarla a cabo.
No siempre era nuestra culpa; a lo largo de todo este tiempo se habían confabulado diversas situaciones que nos impedían partir a realizar nuestra idea; incluso, llegado el momento justo al partir, tampoco teníamos asegurado el poder realizarlo. Ya que de momento tan solo disponíamos de dos días para realizar las tres actividades.
Partimos tarde hacia el Gorbeia, corriendo por el espectacular bosque ataviados con lo más mínimo para asegurarnos en los sencillos pasos de escalada. Pronto topamos con las bocas de las cuevas, que nos aportaron un sorprendente fresco respiro al tan sofocante panorama; en pocos minutos más, el tupido bosque desapareció y nos expuso al sol abrasador.
Rápidamente escalamos los dos escalones que poco a poco nos acercaban a la tan deseada cumbre; intrigados por sus secretos, afrontamos las últimas rampas.
La bajada fue rápida, muy rápida; H galopaba por las herbosas laderas que dieron paso al amparo y fresco bosque.
Este Cervino Vasco es uno de los montes más emblemáticos del territorio histórico guipuzcoano. A sus pies se sitúa la ermita de Nuestra Señora de los Remedios, en Larráiz.
La leyenda dice que en su cumbre «Mari«, la diosa por excelencia del Olimpo Vasco, tiene una de sus residencias.
De todas sus rutas de ascenso, la arista Oeste es sin duda alguna la más codiciada y mítica, tanto para senderistas como para escaladores.
La avería de H
Amanecimos muy temprano, con las primeras horas de luz y comenzamos a organizar el material y a ingerir lo que la poca apetencia nos deja.
En esta ocasión no empezamos corriendo, la fuerte pendiente no auguraba nada bueno y tampoco queríamos llegar exhaustos al comienzo de la escalada, así que a buen ritmo fuimos realizando la aproximación.
La escalada fue extremadamente placentera, H disfrutaba de lo lindo, gran expresión en su cara y tremenda y satisfactoria frase: ¡Qué bien me lo estoy pasando y qué bonito es esto!
Puedes ver la ruta en:
Una vez en la cumbre, dimos rienda suelta a nuestro exaltado estado emocional, corrimos despavoridos por las pendientes y abruptas laderas a un ritmo frenético. Tal fue nuestro frenesí, que en uno de los tortuosos y angostos pasos del sendero, H no se percató de la terrible trampa en forma de agujero, con un desastroso desenlace.
Tras levantar H su magullado cuerpito del suelo, concluimos la actividad en 4 horas de coche a coche, con una inmensa satisfacción y un dolor agudo en la muñeca izquierda de H.
BIZKAIA: Anboto (1.331 m) por la cresta desde Larrano
Es uno de los montes más conocidos de los Montes Vascos por su importancia en la mitología vasca, siendo la morada principal de la diosaMari, conocida por ello como la Dama de Amboto.
Es la cima principal de la Sierra de Anboto o montes del Duranguesado, conocidos también como «La pequeña Suiza«, que forman parte del parque natural de Urkiola.
La noche no fue de las mejores: nos llovió, elegimos mal el lugar de pernocta (siendo molestados constantemente hasta altas horas de la madrugada por senderistas nocturnos en busca de la lluvia de estrellas…. aquí, que estaba todo cubierto de nubes) y a H le dolía mucho la muñeca.
Cuando sonó la alarma aún de noche, a punto estuvimos de abandonar nuestra idea de ascender al Anboto; estábamos cansados tras estos días y yo esa misma noche tenía guardia (la buena suerte esta vez se alió con nosotros y pude disfrutar de medio día más).
Pero teníamos ganas de concluir nuestro sueño, así que nos armamos de fuerza y nos mentalizamos.
Tras una inmovilización improvisada a base de esparadrapo, pude sofocar las molestias de H en su muñeca, la crema antinflamatoria haría el resto. Aun así, H no podía utilizar su mano izquierda, tendríamos que adaptar la actividad.
De Larrano al Anboto por la cresta
Esta ruta parte del puerto de Urkiola y nos lleva hasta la punta Larrano, para desde ella recorrer la cresta que nos separa del Anboto.
La Cresta (tras el ascenso a la sencilla cumbre de el Urkiolaguirre) nos permite ascender un total de cuatro puntas: Larrano, Kurutzeta, Elgoin, y Anboto, por un recorrido aéreo pero asequible.
Puedes ver la ruta en:
Una vez más H me dejo perplejo, la actividad fue gratamente satisfactoria y la realizamos sorprendentemente rápido.
La habilidad de H de progresar por terreno accidentado con una sola mano, me sorprendió enormemente.
Muy contentos terminamos a tiempo nuestra actividad, por fin pudimos descansar y disfrutar de nuestra experiencia de estos días.
Sobreescalada 