Por: Curro González, sobreescalada.com
Por desgracia no se puede explicar lo que es Matrix. Has de verla con tus propios ojos. Esta es tu última oportunidad. Después, ya no podrás echarte atrás. Si tomas la pastilla azul fin de la historia (la historia acabará). Despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creerte. Si tomas la roja, te quedas en el País de las Maravillas y yo te enseñaré hasta dónde llega la madriguera de conejos. Recuerda, lo único que te ofrezco es la verdad, nada más».
The Matrix
Thomas Anderson (Neo), se enfrentó a una de las situaciones más tensas de su vida (en donde podía cambiar por completo su vida actual y futura) al verse confrontado por Morfeo, quien tiene en su poder una pastilla roja y otra azul:
La pastilla azul: describe una continuidad del estado de vida actual, sin saber su significado o huir de la verdad absoluta para permanecer en ese estado que creemos genuino.
La pastilla roja: representa la solución para conocer la verdad oculta de la vida.
Todos sabemos como termina el asunto…
En el L2 de la vía Repiso. Foto: UG
Ojalá fuera todo tan sencillo y dichas pastillas existieran para abrirnos los ojos. Hasta entonces, podríamos realizar un análisis introspectivo basado en la metáfora de la Caverna de Platón (es esa idea de elegir abandonar un mundo que tienes por real, pero que al final no es más que una simulación) o la del Genio Maligno de René Descartes (el engaño de los sentidos), y de ésta manera ser algo más conscientes de nuestra realidad.
Real o no, lo crucial es ser siempre consciente de que hemos elegido; así si tras el transcurso del tiempo creemos haber errado en nuestras decisiones, podremos retomar aquella realidad que en el pasado creímos equívoca.
Lo fascinante de todo ésto (y si no os habéis perdido después de tanta verborrea), es que la realidad supera la ficción; y si somos lo suficientemente perspicaces, podremos construir otras realidades momentáneas que nos ayuden a seguir avanzando cuando nos es imposible.
Repiso 6b+/A1
Hace ya tiempo que tomé la decisión de tomarme la «pastilla roja» y ver el mundo de la escalada desde otro prisma diferente al que nos intentan vender.
Alejado de bullicios, florituras, modas y grados, paso la gran parte de mi tiempo intentando disfrutar de una de las cosas que más me satisface a nivel personal, e intento visitar aquellos lugares olvidados, en busca de «pequeños tesoros» ignorados a lo largo del tiempo.
La vía Repiso fue abierta en los años sesenta, sus aperturistas se desconocen hasta la fecha (se está realizando una buena labor de investigación por parte de la Mafia), aunque se puede asegurar que no fue Carlos Muñoz Repiso, y se sospecha que pudieran ser algunos de sus amigos quienes la denominaron así en su honor.
Unos quince años atrás, el incombustible escalador de la zona centro Joaquín Gracia, recupera el espectacular largo tercero de la ruta (limpiando, saneando y despojando de tacos de madera la espectacular fisura, amén de liberarlo).
Tras caer en el olvido, recientemente la vía Repiso, ha vivido una vez más un reencuentro con un grupo reducido de escaladores. Que con ganas e ilusión (por este tipo de escalada), han dado de nuevo un pequeño empujón a la ruta, acondicionándola e intentando escalar todos sus largos en libre (L1 7c?).
Os mantendremos en breve informados de todos los futuros cambios.
ACTIVIDAD REALIZADA CON EL MATERIAL (pincha para ver video test)
Sobreescalada 