Packraft en el río Soca, Eslovenia

Por: Curro González, sobreescalada.com

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Puedes encontrar una exhaustiva información en:

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El río Soča (se pronuncia «Socha») nace en el parque nacional de Triglav, al noroeste de Eslovenia. Durante miles de años el agua ha discurrido de las nevadas cimas de los Alpes Julianos, trabajando los estrechos valles hasta crear desfiladeros, cascadas, rápidos y estrechos barrancos, por donde fluye siempre el torrente del Soča.

Hay días que las aguas del río Soča son tan claras y brillantes, que su color esmeralda hace daño a los ojos; al contemplarlo, pronto nos percatamos de que sin duda, es uno de los ríos más bonitos de Europa.

El Viaje

El agua es tan antigua que, si pudiésemos interpretar sus movimientos, veríamos el dibujo de la evolución de la vida.

Fue automático, ni siquiera me hizo falta pensar, no hubo duda.

Tras la conversación con Sergi (éste me sugirió un esbozo de un viaje a Eslovenia, amén de cien mil planes), el río Soca se me quedó grabado en mi cabeza.

No tengo grandes facultades, pero si de algo puedo presumir, es de ser un excelente embaucador.

Inmediatamente después de finalizar la conversación con Sergi, me puse en contacto con el gran jefe: Carlos Izquierdo.

Carlos es un experimentado Kayakista y piragüista (en otra ocasión discutimos éstos términos), un referente a tener en cuenta en ésto de las aguas bravas, estupendo fotógrafo y gran compañía.

Podéis ver su blog:

Tras una breve conversación, «la cosa» estaba muy avanzada (normalmente los de «mecha corta» se llevan bien con los embaucadores), ¡tanto, que ya teníamos fechas!.

Como buen embaucador, al finalizar la conversación con Carlos, llamé a Miguel (otro de «mecha corta»)…. Línea!

También vendrían al viaje Borja, Nuria y Max; y por supuesto Sergi (este no tiene mecha, es de combustión espontánea).

A punto estuve de cantar Bingo al completar el cartón, pero Oli en esta ocasión, no se dejó embaucar (algo que me entristeció enormemente).

No os dejéis engañar por mis palabras, pudiera parecer que yo era el encargado de organizarlo todo (nada más lejos de la realidad), mi aporte finalizó tras las primeras llamadas.

El maldito río Soca

Igualmente, tanto el río como el tiempo, están siempre en movimiento y nunca se detienen.

A mi no me gusta el agua, es por todos bien sabido, de hecho no sé nadar. No os alarmeis, llevo chaleco salvavidas (bastante efectivo por cierto); no es nada del otro mundo, tampoco sé volar y hago Parapente….

Si llego a saber que estos cabrones me iban a tener por la mañana y por la tarde metido en el río, no hubiera sido tan embaucador.

Menos mal que unos días antes habíamos podido ir a escalar la cara norte del Triglav, algo que me satisfizo mucho, y me permitió disfrutar cada día de las cristalinas aguas en compañía de mis amigos (cuánto pensé en ti, Oli).

De Vodenca a Srpenica 1

En ocasiones, no fluimos y vivimos estancados sobre una delgada y efímera capa de agua congelada, ajenos a la corriente temporal que no ha cesado de fluir por debajo

Pues al parecer, el río Soca está dividido en diferentes tramos, cada uno de ellos viene graduado con su dificultad para el uso y disfrute de cada Kayakista.

Si el mapa del río lo interpreta un escalador sin conocimientos de aguas bravas, se troncha: ¡Pero si está llenos de segundos y terceros!, anda mira… un cuartillo…

Pero el agua se gradúa de una manera diferente, y ostia como aprieta: ¡ni el Gálvez!

Este recorrido nos sirvió de toma de contacto, su máxima dificultad es II-III, espectaculares vistas, bonitos y divertidos trenes de olas, y alguna remada.

Upper Soca

El fluir del agua durante éstos últimos años me ha aportado una infinidad de contradictorios momentos en los que no sabía si sería capaz de flotar o por contra, me hundiría hasta las oscuras profundidades.

Así se conoce al tramo comprendido entre Velika Korita y Vodenca, la parte alta del río Soca.

Observo el mapa y veo dos zonas en color rojo con signos de admiración, ¡anda mira un cuartito…!

A tramos el río se pone serio (tramos de II-III-IV), es necesario reconocer por la orilla ciertos lugares antes de realizarlos y asegurar uno en concreto.

Esta parte del río no es muy uniforme, encontrando largos remansos en donde bajar las pulsaciones.

Koritnica

Años de embravecidas aguas, salpicadas con millares de besos, abrazos y sonrisas; años de inmensos y calmos remansos, donde la vista se perdía en el horizonte impidiendo encontrar el rumbo adecuado.

Aunque no se trate del río Soca, éste río es un afluente del mismo, encontrándose muy cerca de Vodenca.

Paisajísticamente es el tramo que más me gustó, realmente espectacular como poco a poco el río se encañona entre farallones rocosos y el tupido bosque cubre el cielo.

La cantidad de agua estaba por debajo del mínimo, pero con nuestros Packrafts no tuvimos ningún tipo de problema (éstas embarcaciones son perfectas para éstos casos).

Si quieres ver qué demonio es el Packraft, pincha aquí:

El Koritnica desemboca en el río Soca justo al lado del Camping que teníamos como campamento base, es perfecto para realizar infinidad de maniobras y prácticas.

El tramo está comprendido entre la localidad de Kluze y Vodenca, y graduado de III-IV.

De Srpenica 1 a Tronovo 1 y 2

En ocasiones, los tonos verdosos del agua que me rodeaba, me aportaban una luz especial que acompañaba mi descenso haciéndome sentir único y afortunado. En otras, me envolvían las gélidas aguas, calándome en lo más profundo.

Pronto te das cuenta de que ésta parte del río es la más comercial, multitud de embarcaciones se agrupan en la orilla de embarque de Srpenica 1.

El río Soca poco a poco se va embraveciendo a medida que fluyes por él en ésta zona, comienza por un remanso de paz hasta llegar al denominado punto de Srpenica 2 (posible embarque y desembarque), donde la orografía cambia por completo y por consiguiente, el fluir del agua.

Diversas corrientes de agua rugen entre los grandes bloques de roca, la presencia de algún sifón, te mantiene alerta. Hay que acertar con el trazado correcto, adivinar qué corriente te llevará hacia la siguiente sección, qué salto de agua tiene el menor rebufo y por dónde lo realizarás.

Normalmente el que va de primero «pilla», es el que más experiencia tiene, el resto seguimos su estela como una manada de Ñus. El que ostenta el segundo lugar de la «procesión» suele «pillar» también, por cortesía nada más; el resto de espectadores del grupo, toman notan e intentan corregir los errores de sus compañeros.

Divertida y técnica sección, un buen lugar para practicar y aprender.

De Otona a Tolmin

El río fluye (no se detiene), las aguas pasadas nos hacen aprender, las futuras son impredecibles; sólo un buen conocimiento del río, nos harán tomar las decisiones correctas en el aquí y ahora.

Esta sección del río es poco repetida, no por su dificultad (que también), si no por tener que descender unos 200 metros de desnivel hasta encontrar las cristalinas aguas. Las empinadas escaleras que se adaptan a la pendiente y el peso y volúmen de una piragua convencional, pueden llegar a hacer penosos éste descenso.

Sin embargo nuestros Packraft son muy ligeros (unos 3 kg) y muy compactables, haciendo que el camino resulte agradable.

El tramo de Otona comienza nada más terminar una larga sección Infranqueable (tramo con multitud de peligros y que desaconsejan totalmente, aunque los Pros conocedores de la zona, lo realizan); empieza fuerte, un aperitivo de lo que va a ser.

Carlos lidera ésta sección, muy mantenida, casi sin tregua. Sin duda es lo más difícil que he hecho hasta el momento, muchos tramos no sé ni cómo los realicé: grandes olas, embravecido sonido y sonrisa en la cara.

Tras liberar la tensión acumulada, fuimos al encuentro de Nuria y Max para realizar un largo y tranquilo tramo hasta la localidad de Tolmin, donde dimos por concluida la jornada.

En el transcurso de los días, repetimos de nuevo alguna de las secciones del río Soca, intentando perfeccionar la técnica y aprendiendo los trucos y secretos del agua.

Una intensa semana llegaba a su fin, cada uno de nosotros retoma su vida tras el encuentro: Sergi marcha a Noruega; Carlos, Nuria y Max a Briaçon; Borja a Pirineos; Miguel y yo a Dolomitas.

Nómadas al viento que fluyen como el agua.