Valle de Ansó, vía Camille

Llevaba tiempo queriendo quedar con mi amigo Borja Rodeiro para irnos unos días a escalar por el Pirineo. De hecho, lo preparamos minuciosamente para que todo saliera según lo planeado. Tan minuciosamente que Borja pidió las vacaciones en una semana y yo hice los cambios de las guardias para la semana siguiente.

Nos quedamos atónicos cuando nos dimos cuenta de que las fechas no cuadraban y que no podríamos irnos la semana completa. Menos mal que unos días de su semana coincidían con mis libranzas, es lo bueno de mi nuevo empleo, así que al menos disfrutamos de algunas jornadas de escalada.

Tozal de Espelunga, valle de Ansó
Pared del Cordero, valle de Ansó

Así que después de una semana de trabajo, los cambios de guardia se disfrutan pero también se devuelven, y recién salido de mañana, recojo a Borja en Guadalajara y nos vamos directos a la Directa de la Visera en Riglos. Sabemos que va a hacer calor, pero también jugamos con las orientaciones. Primeros largos a la sombra del diedro de la Mosquitos, un largo al sol y sombra proporcionada por el desplome de la Visera. Ni tan mal..

De nuevo coche y al valle de Ansó. Cena a base de manjares del valle del Roncal, duermo casi 12 horas y a la maña siguiente estoy como «nuevo«.

La vía Camille es una super-clásica del valle, acceso relativamente corto y cómodo, buena orientación sol/sombra, rápida y casi equipada. Además tiene largos bastante bonitos para como pinta a primera vista. Y lo mejor de todo, desciendes andando por un cómodo y bonito paraje que te proporciona unas vistas maravillosas.

Sobre la vía podéis encontrar muchísima información, reseñas, descripciones detalladas largo a largo, etc. Es lo que tiene ser una super-clásica… Yo voy a compartir con vosotros algunas cosas que nos inquietaban a nosotros.

Borja en la travesía de la Camille

¿Se puede escalar aquí o no?

Esta era la primera duda que nos surgió a la hora de acercanos a esta zona. En la reseña original de Luzio Egiguren, el aperturista de la vía, lo pone bien claro: «es una zona protegida para las aves, así pues solo se puede escalar de Agosto a Diciembre». Cita año 2008.

Pero buscando más información al respecto no encontramos más que lo corrobore, ninguna reseña más indica lo contrario. Y lo más importante en la Federación Aragonesa de Montañismo no especifica nada de esta zona.

Así mismo encontramos artículos de escalada que puntualizan este hecho: Campo Base.

Nos metimos a escalar casi de puntillas para no molestar, con máximo respeto y admiración por aquel lugar.

¿Dónde empieza la dichosa aproximación?

No sé por qué tenía en la cabeza que la aproximación era por un infernal barranco de piedras sueltas. Nada más lejos, resulta bastante cómoda (eso sí, empinada) y no hay que ir muy lejos a buscarla. Sale al otro lado de la carretera, casi en frente del aparcamiento de las dos Hayas. No busquéis muchos puntos rojos porque no los hay, el camino está muy marcado.

¿Rapel o andando?

Ni lo dudéis, andando.

La bajada andando es muy cómoda, nada más salir de la vía se «navega» un poco a izquierdas hasta encontrar un camino marcado. Existen algunos hitos que te van guiando, se pasa por una surgencia de agua, al fondo una casa/refugio y tiramos hacia el valle a buscar una pista de tierra que nos deja en la carretera. Zona preciosa y paseito idílico para terminar el día.

Los rapeles son laboriosos, parecen que pueden dar problemas con los atascos y luego hay que bajar la empinada pedrera….

Bonito largo de fisura
Comienza lo interesante

Poco que decir sobre el material, ya que es algo muy subjetivo. Nosotros metimos poca cosa, algún alien y camalots hasta el 2. Está muy equipada.

Valle de Ansó

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